Iselle debía debilitarse a medida que se desplazaba lentamente a
través del Pacífico. Pero no lo hizo, y ahora Hawái está a punto de que
un huracán lo golpee por primera vez en 22 años.
Los funcionarios estatales aseguran que las islas están listas
y la gente debe prepararse pero no entrar en pánico. Los turistas se
preguntan si sus vuelos y actividades se verán interrumpidos y trataron
de aprovechar una salida a la playa de último minuto antes del aumento
de las olas. Y los residentes se lanzaron por agua embotellada.
“Todo el mundo dice que este es el último día de buen tiempo, así
que bajamos a la playa”, dijo Shonna Snodgrass, una turista en Waikiki
que venía de Stafford, Virginia.
Se esperaba que el huracán Iselle llegara el jueves por la
noche a la isla, trayendo fuertes lluvias, vientos con rachas de hasta
85 kilómetros por hora e inundaciones en algunas zonas. Los meteorólogos
cambiaron el miércoles su pronóstico sobre el sistema después de verlo
fortalecerse un poco, lo que le dio empuje suficiente para mantenerse
como huracán cuando toque tierra.
“Lo que terminó pasando es que la tormenta ha resurgido apenas
lo suficiente para mantener su fuerza de huracán,” dijo Mike Cantin, un
meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.
El huracán Julio, por su parte, se arremolinaba detrás. Los
meteorólogos esperan que se fortalezca lentamente y pase por el norte de
la Isla Grande en algún momento de este fin de semana. Pero sigue
demasiado lejos como para predecir con precisión su trayectoria y
fuerza.
Hawái se ha visto azotado directamente por huracanes sólo tres
veces desde 1950, aunque la región ha sufrido 147 ciclones tropicales
en ese periodo. La última vez que Hawái fue golpeado por una tormenta
tropical o un huracán fue en 1992, cuando el huracán Iniki mató a seis
personas y destruyó más de 1.400 viviendas en Kauai, dijo el meteorólogo
Eric Lau.