Un tren descarriló este miércoles entre las localidades suizas de Coire y Saint Moritz
(cantón de Grisones) debido a un deslizamiento de tierra, pero por el
momento se desconoce si hay heridos por las dificultades para acceder al
lugar. Los medios locales apuntan a las lluvias y al mal tiempo como
posible causa del accidente. En total viajaban unas 200 personas. La
policía ha confirmado que hay siete heridos, dos de ellos de gravedad.
En doce horas cayeron en la región del accidente entre 50 y
60 litros por metro cuadrado de lluvia. Se trata de «una cantidad
extraordinaria». Este importe corresponde a la mitad de la precipitación
normal en agosto y la tierra, debido a un exceso de agua, no podría
seguir absorviéndola.
«El viaje iba bien y sin ningún problema, cuando de pronto hubo un fuerte tirón
y pensamos inmediatamente que algo debía estar pasando», comenta un
pasajero a la radio «Grisha» . «Entonces nos informaron de que se
produjo un deslizamiento de tierra», añade.
En ferrocarril ha descarrilado por un barranco en una zona montañosa del sureste de Suiza, según ha comunicado la policía suiza. Varios pasajeros resultaron heridos.
Las mismas fuentes apuntan a que fueron al menos dos los vagones que se
salieron de las vías, cerca de Tieefncastel, un pequeño pueblo al
noroeste de la estación de esquí de St. Moritz. Los mismos pasajeros han
sido los que han enviado fotografías a los medios de comunicación
suizos.
La configuración geográfica del lugar hace que sea de
difícil acceso, según fuentes de la policía local. En las tareas de
rescaten participan cuatro helicópteros, debido a la dificultad de
acceder a la zona. Por el momento, el tránsito por esa línea ferroviaria
ha quedado interrumpido.