TRAFICO AFIRMA QUE EL RALLYSPRINT DE MIENGO CUMPLIA EL PLAN DE SEGURIDAD

El Rallysprint de Miengo, que costó la vida el pasado sábado a dos personas, «cumplió el plan de seguridad», según aseguró ayer a este periódico el comandante Lorenzo Bárez, jefe de la agrupación de tráfico de la Guardia Civil. Una patrulla avaló minutos antes del accidente que todas las medidas –44 comisarios, entre 12 y 16 radios, vallas de seguridad, UVI móvil, ambulancia de Protección Civil, dos coches de rescate, vehículo de la DYA de Castro y coche de bomberos– «estaban puestas y acotadas según lo establecido» y dio luz verde a la tercera pasada, donde el coche se salió en una curva del trazado marcado por la organización, a su paso por un camino vecinal la localidad de Mogro que enlaza con la carretera comarcal CA-322, arrollando a nueve de las personas que se encontraban presenciando la carrera en ese punto.
El jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y la Consejería de Presidencia confirmaron «que todos los controles previstos en el plan de seguridad estaban en regla». La Guardia Civil mandó a una patrulla el día de la prueba –como es habitual– e hizo todo el recorrido antes de la competición para verificar que estaba en orden. Fue entonces cuando dio luz verde al ‘Coche 0’ y al ‘Vehículo 00’ –los que preceden la competición– para que se iniciase la tercera manga como se había realizado con las dos anteriores. Todo estaba «acorde» con la autorización de la Consejería de Presidencia para poder realizar la prueba.
A pesar de que la propia agrupación de tráfico de la Guardia Civil está instruyendo las diligencias, los agentes solicitaron a los responsables de la prueba deportiva, Vicente Salas, y a la de la Federación Cántabra que entregasen el plan de seguridad y el seguro. Durante la mañana de ayer, un día después de que la policía judicial hiciese el requerimiento, hicieron entrega tanto en persona como por fax de toda la documentación.
 Después de prestar declaración ante la Guardia Civil, el organizador y responsable de seguridad del rally, Vicente Salas, aseguró que la tragedia le «ha superado», más cuando el padre de uno de los dos fallecidos en el accidente es amigo personal y compañero de trabajo, y anunció que se va a retirar de los rallies, donde participa desde los 15 años. Asimismo, destacó que en estos momentos solo piensa «en estar al lado de las familias de los fallecidos», de las que no se ha separado desde «el primer momento», que el sistema «funcionó bien» y que «las ambulancias solo tardaron en llegar tres minutos».
 El secretario de Seguridad de la Federación Cántabra de Automovilismo, Gregorio Tudanca, procedió a explicar paso por paso ante la policía judicial el plan de seguridad, que se había remitido 20 días antes al Gobierno y había sido autorizado. Hoy o mañana tendrá que ratificar su declaración ante Atestados.

Hasta el momento, la Guardia Civil ya ha tomado declaración a Iván García y José A. Gómez, piloto y copiloto del vehículo que atropelló a nueve personas cuando el coche salió despedido; así como al organizador y al responsable de la Federación, para determinar si hubo posibles fallos en el sistema de seguridad de la competición. En los próximos días pasarán por las dependencias de la policía judicial de Torrelavega varios testigos presenciales y se finalizará el informe técnico del accidente, por lo que todavía no se ha remitido el atestado a la autoridad judicial, que será la que determine finalmente si existe responsabilidad penal.
Por lo que respeta al único de los atropellados que estaba ingresado con un antebrazo fracturado, hijo de uno de los fallecidos, fue dado de alta ayer. El joven, único de los tres heridos graves que fue trasladado al Hospital Marqués de Valdecilla, tiene rotos el cúbito y el radio. Las otras seis personas heridas fueron atendidas en el lugar del accidente por personal sanitario que había desplazado en la zona y recibieron el alta con pronósticos leves.

 Indemnización

La Federación Cántabra de Automovilismo cuenta con un seguro por valor de 70 millones de euros por accidente con daños personales y otros 15 por daños materiales, como marca la ley deportiva «al entenderse que es un deporte de riesgo tremendo», según su secretario Juan Sánchez. Tras dar parte a la compañía AIG Europa (American International Group), empresa que da cobertura a todas las federaciones regionales de este deporte, la aseguradora tendrá ahora que ponerse en contacto para negociar una indemnización o, en caso contrario, irán a juicio. La familia de la última víctima mortal, que se produjo en abril de 2005 en el Rally de Guriezo, fue compensada con 350.000 euros.
Por su parte, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte anunció que se pondrá en contacto con la Federación Cántabra de Automovilismo para buscar la manera de evitar, en lo posible, accidentes como el ocurrido el pasado sábado. Así lo afirmó el titular del departamento, Miguel Ángel Serna, durante una rueda de prensa, en la que aprovechó la ocasión para mostrar sus «condolencias» por el fallecimiento de los dos hombres. El consejero aseguró que trasladará personalmente, en cuanto pueda, esas condolencias a los familiares de los dos fallecidos.