El Consejo de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas
elevó hoy a 54 los muertos tras el paso del tifón Rammasun, que golpeó
la mitad norte del archipiélago donde otras 3 personas siguen
desaparecidas y un centenar sufrieron heridas.
El organismo indicó
en su último comunicado que la mayoría de las víctimas murieron en la
región de Calabarzon, en el norte del país.
El tifón dejó además
importantes daños materiales, y al menos 19 carreteras y 3 puentes
siguen cortados por los efectos de la tormenta.
Rammasun ha
causado daños en las infraestructuras de unos 867 millones de pesos
(unos 14 millones de euros o 19 millones de dólares) y de 2.700 millones
de pesos (45 millones de euros o 61 millones de dólares) en la
agricultura.
Las autoridades han declarado el estado de calamidad
en diez zonas distintas, lo que permite al Gobierno controlar los
precios de necesidades básicas y conceder préstamos a cero interés,
entre otras medidas.
Por su parte, la compañía eléctrica Meralco
dijo que prevé que en la noche de hoy se haya restablecido el suministro
eléctrico en todo Manila, una vez se hayan arreglado los desperfectos
en la red de distribución que dejaron a cerca de 5 millones de hogares
sin luz.
Rammasun, bautizado con el nombre de Glenda por las
autoridades de Filipinas, llegó al país cuando aun no se ha recuperado
de los daños causados por Haiyan, que el pasado mes de noviembre dejó
tras de sí 6.300 muertos y más de 1.000 desaparecidos, además de cerca
de 28.700 heridos.
El tifón, que tocó tierra, con unos 500
kilómetros de diámetro, abandonó el archipiélago a mediodía del pasado
miércoles y se dirige hacia el norte de Vietnam donde se espera que
llegue mañana.
La temporada de tifones en Filipinas, que empieza
por lo general en junio y concluye en noviembre, atrae todos los años
entre 15 y 20 tifones.