Un devastador incendio se ha llevado por delante a Rosario Gómez y la
vivienda en la que residía en el barrio comillano de La Rabia. La
anciana, que estaba viuda y vivía sola, fue encontrada en la parte baja
de la casa, en la zona de la cocina, que ha quedado totalmente
calcinada. Aunque las causas del incendio aún se están investigando,
“todo apunta a que se trata de una explosión de gas”, explicó la
alcaldesa de la localidad, Teresa Noceda. Se estima que el origen del
incendio está en una deflagración porque una parte de la fachada trasera
de la casa, de dos plantas, ha quedado derrumbada.
Los vecinos de la zona merodeaban por los alrededores de la vivienda
sorprendidos ante el triste suceso y lamentaban el fallecimiento de la
vecina, muy conocida en el barrio. “Dicen que su sobrino le iba a
comprar un calentador nuevo porque el que tenía no funcionaba bien”,
explicaba la alcaldesa, que afirmaba además que la vecina “vivía sola
pero todos los días iba hasta Comillas caminando para realizar sus
compras”. Una mujer que los vecinos describen como “tranquila” y que, a
pesar de su avanzada edad, “se encontraba perfectamente”.
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Viuda y sin hijos. El marido de una de sus sobrinas, Juan Ortiz, daba
vueltas por los aledaños de la vivienda esta mañana. “Aún no sabemos
por qué ha sucedido”, aseguraba, “pero para los años que tenía estaba
bastante bien”. Vecinos de Ruiloba, se enteraron del suceso a las tres
de la mañana, “cuando nos avisaron los servicios de emergencias”.
“Llegamos y la casa ya estaba calcinada”, lamentaba. “Estamos esperando a
ver si nos dan permiso para entrar y poder coger lo que quede de
valor”, aunque entre los escombros no parecía quedar nada salvable. El
que si se salvó fue el perro de Rosario, “porque en el momento del
incendio se encontraba en una cuadra contigua a la vivienda que no
sufrió el efecto de las llamas”.
Las que sí escucharon la explosión fueron Estefanía Navarro y su
hermana, cuya finca colinda con la de Rosario. “Escuché como un
estallido y luego cristales, pero no vi el fuego, por lo que me fui a la
cama”, explica la hermana de Estefanía. Ambas aseguran que no fue una
detonación muy fuerte, “fue más bien como si hubiesen chocado dos
coches, como un accidente”. “Luego, al rato, me desperté y me asomé a la
ventana, fue entonces cuando vi el fuego y mucho humo”, narra
Estefanía. Esta familia conocía a Rosario “de toda la vida, como
vecina”. “Una pena”, se lamentaban.
Raquel Ezquerra es otra vecina del barrio cuya vivienda está separada
de la de Rosario por la carretera. “No escuché la explosión ni nada, me
desperté cuando me llamó la Guardia Civil a las dos de la mañana”.
Raquel recuerda también que Rosario “estaba perfectamente. Cogía el
autobús e iba hasta el pueblo de Comillas. Una pena que haya terminado
así”.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron bomberos del Servicio de
Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria, pertenecientes al Parque de
Valdáliga, que trabajaron durante toda la noche en la extinción del
fuego, ayudados por el Parque de Torrelavega. La parte de atrás de la
vivienda se encontraba derrumbada por la explosión. “Ha habido un
incendio por un lado y una explosión de origen desconocido por otro”,
explicaban los bomberos, quienes añadieron que “hemos sacado tres
botellas de gas”.
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