La Defensoría del Pueblo del Putumayo identificó que son 343 personas
de 106 familias las que resultaron directamente afectadas en la región
del Valle de Guamez en Putumayo por el vertimiento de 5.600 galones de
crudo desde el pasado 1 de julio en esa zona, por una acción violenta de
las Farc.
Según el censo realizado en las últimas horas, se trata de 173
integrantes de 41 familias en la vereda Maravelez, donde además hubo
derrame sobre la carretera y la quebrada la Canoa que llega a los ríos
Guamuez y Putumayo para abastecer a municipios como Puerto Asís y Puerto
Leguízamo.
En el sector de Guadalito hay otras 170 personas que integran 65
familias, quienes viven en la ladera del río Cuembí, donde también quedó
la mancha de crudo.
La entidad solicitó a la empresa de transporte de crudo Vetra activar
y aplicar de manera urgente planes de contingencia, mediante el envío
de cuadrillas para la limpieza y descontaminación a esa zona.
El requerimiento fue extendido a la propia Corporación Autónoma
Regional del Sur de la Amazonía, como máxima autoridad ambiental en el
departamento, para que adopte las medidas tendientes a enmendar el
impacto ecológico y social.
En una visita humanitaria encabezada por la Defensoría, se
verificaron las graves consecuencias que ha tenido el derramamiento de
23 carrotanques a cuyos conductores la guerrilla de las Farc obligó a
abrir las válvulas, generando un grave daño al medio ambiente.
La Defensoría del Pueblo requirió a la empresa Vetra para que
suministre agua potable a las familias afectadas, a fin de satisfacer
sus necesidades básicas. También se le solicitó a la compañía construir
un aljibe y llevar un purificador de agua, para evitar enfermedades por
contaminación entre la comunidad.
Al organismo de protección de derechos humanos le preocupa que debido
a la falta de agua en la región, los habitantes han tenido que recoger
el líquido directamente de los ríos, depositándolo de forma temporal en
baldes, a la espera de que el crudo se asiente para separar una parte
con destino al consumo en actividades como la preparación de alimentos y
el aseo personal.
La comunidad pidió que les suministren tanques de 500 litros y
motobombas para solucionar de manera provisional el acceso al agua.
El derrame también trajo como consecuencia que, varios niños (cuyo
censo está por determinarse) hayan sufrido náuseas, dolores de cabeza y
mareos, debido al fuerte olor generado por el crudo.
En ese sentido, la Defensoría del Pueblo pidió llevar a cabo una
brigada de salud para la atención psicosocial y médica de los niños en
las instituciones educativas, una de ellas ubicada a tan solo 20 metros
de donde se vertió el petróleo.
Además, el puesto de salud de Maravelez, donde se deberían atender
pacientes de ocho veredas, tuvo que ser cerrado porque no se puede
entrar debido a la mancha negra que hay alrededor.
De acuerdo con la Defensoría, el único promotor médico debe recorrer
las veredas para asistir a los pacientes, siendo insuficiente la
cobertura en esas condiciones.