El tifón Rammasun, que ha castigado con fuerza la zona del norte del país, se dirige ahora hacia el Mar de China Meridional.
Según han confirmado las autoridades filipinas, la cifra de muertos por el tifón Rammasun ha ascendido a 38
y 8 desaparecidos, además del medio millón de personas que han
resultado afectadas con ráfagas de viento de hasta 170 kilómetros por
hora en el norte del país.
La mayor parte de las víctimas proceden de la zona noreste y norte del país,
quienes fueron golpeados por árboles o postes abatidos por el viento o
en el peor de los casos sepultados por muros, ha informado el Consejo
Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas.
El presidente de la Cruz Roja de Filipinas, Richard Gordon, declaró el miércoles que han quedado completamente destruidas alrededor del 25 por ciento de las viviendas situadas en el litoral de las zonas más afectadas por el tifón, que pertenecen a las provincias de Albay y Camarines Sur.
La Unión Europea (UE) se declaró preparada para apoyar a Filipinas en la reconstrucción de las zonas afectadas por Glenda, el nombre que le han dado los filipinos al tifón.
Además, el embajador de la UE en Manila, Guy Ledoux, dijo que los expertos de la agencia humanitaria de la Comisión Europea ya se encuentran en las zonas más afectadas para analizar la situación.
Las inundaciones en Manila han sido menos graves en esta ocasión, y las agencias correspondientes empezaron a recoger desperdicios y limpiar calles pocas horas después del paso de Rammasun.
El tifón, de unos 500 kilómetros de diámetro, tocó tierra la tarde del martes y se dirige en este momento hacia el Mar de China Meridional.
Filipinas recibió a Rammasun cuando todavía restaña los daños causados por Haiyan, que el pasado mes de noviembre causó 6.300 muertos y más de 1.000 desaparecidos, además de cerca de 28.700 heridos.
De hecho, del cerca de medio millón de personas evacuadas en esta ocasión, más de 7.300 fueron víctimas del anterior.
Sólo en Tacloban, la ciudad más castigada por Haiyan, un millar de filipinos de los 2.600 que aún viven en tiendas de campaña tuvieron que refugiarse en uno de los centros de evacuación, que ya quedó gravemente dañado el pasado mes de noviembre.
La temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre, atrae todos los años entre 15 y 20 tifones.
Cuatro provincias continúan en estado de calamidad
El tifón pasó por un total de 12 provincias de la mitad norte de Filipinas, de las que un total de 4 siguen bajo el estado de calamidad, lo que permite al Gobierno controlar los precios de necesidades básicas y conceder préstamos a cero interés, entre otras medidas.
Rammasun, bautizado con el nombre de Glenda por las autoridades de Filipinas, llegó al país cuando aún no se ha recuperado de los daños causados por Haiyán, que el pasado mes de noviembre dejó tras de sí 6.300 muertos y más de 1.000 desaparecidos, además de cerca de 28.700 heridos.
Aunque el Consejo de Desastres tiene aún que calcular el coste de los daños que ha dejado Rammasun, concretó que "ni se acerca" a la devastación que causó Haiyan.
El tifón, de unos 500 kilómetros de diámetro, tocó tierra el pasado martes sobre las 17.00 hora local (10 de la mañana hora española) y abandonó el archipiélago a mediodía del miércoles (5 de la mañana en la península).
La temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre, atrae todos los años entre 15 y 20 tifones.
El tifón pasó por un total de 12 provincias de la mitad norte de Filipinas, de las que un total de 4 siguen bajo el estado de calamidad, lo que permite al Gobierno controlar los precios de necesidades básicas y conceder préstamos a cero interés, entre otras medidas.
Rammasun, bautizado con el nombre de Glenda por las autoridades de Filipinas, llegó al país cuando aún no se ha recuperado de los daños causados por Haiyán, que el pasado mes de noviembre dejó tras de sí 6.300 muertos y más de 1.000 desaparecidos, además de cerca de 28.700 heridos.
Aunque el Consejo de Desastres tiene aún que calcular el coste de los daños que ha dejado Rammasun, concretó que "ni se acerca" a la devastación que causó Haiyan.
El tifón, de unos 500 kilómetros de diámetro, tocó tierra el pasado martes sobre las 17.00 hora local (10 de la mañana hora española) y abandonó el archipiélago a mediodía del miércoles (5 de la mañana en la península).
La temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre, atrae todos los años entre 15 y 20 tifones.