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jueves, 3 de abril de 2014

SEIS CARRETERAS LEONESAS CORTADAS Y SE MANTIENE LA ALERTA

Tras el desbordamiento del río Bernesga a su paso por la capital leonesa que inundó durante el pasado miércoles todo el paseo fluvial, durante el día de ayer el caudal se redujo considerablemente hasta los 108 metros cúbicos por segundo, al límite de la alerta de referencia de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), pero nada que ver con los 304 metros cúbicos que se llegaron a registrar el pasado miércoles.
A pesar de que la situación se va normalizando la resaca del desbordamiento de los cauces de los ríos por las lluvias de los últimos días en el oeste de la Cuenca del Duero mantenía cortadas a la circulación a seis carreteras de la provincia de León. En concreto, la circulación está interrumpida en la LE-321 a la altura de Lugueros, la LE-5705 en Villaselán, la LE-5512 en Santiago del Molinillo, la LE-4619 en Garrafe de Torío, la LE-5513 en Rioseco de Tapia y la LE-4519 en San Feliz de Torío.
La Dirección General de Tráfico (DGT) también recoge que la circulación estaba condicionada por el agua en la calzada de la LE-114 de la provincia de León, en la localidad de La Nora del Río.
La preocupación se traslada al Órbigo
Asimismo, las crecidas de una decena de ríos de la provincia aguas abajo mantienen en alerta a toda la provincia de León. La CHD y Protección Civil hacen destacar que mientras la normalidad llega a la cuenca del Bernesga, la mayor alerta se traslada ahora al río Órbigo que en localidades como Cebrones del Río arrastra un caudal de 380 metros cúbicos y que llega a los 565,14 en la vecina localidad zamorana de Manganeses, lo que mantiene a la provincia de Zamora en máxima alerta.
El río Esla también marcha crecido al igual que el Tera, todos hacia la provincia zamorana por lo que, como es habitual en estas situaciones, podría haber desbordamientos en las inmediaciones de la localidad de Benavente, donde confluyen varias de estas vías fluviales.
Limpieza y arreglo de desperfectos
Por otra parte, desde primera hora de la mañana del jueves las brigadas de limpieza del Ayuntamiento de León y de la empresa Acciona comenzaron a limpiar el paseo del río inundado el día anterior. Así, los operarios se afanaban en limpiar las pasarelas peatonales de La Condesa y la estación de autobuses que quedaron prácticamente sepultadas por la madera y basura que arrastraba la fuerte corriente. Así, como el numeroso barro con el que se anegó todo el paseo, que tuvo que ser cortado al paso peatonal.