Aunque por el momento el balance de víctimas no es oficial y se espera que aumente en las próximas horas, sí se sabe con certeza que las muertes y algunos de los mayores destrozos se han producido en el condado de Limestone (Alabama) de Lincoln (en el estado de Tennessee, cerca de la frontera con Alabama), y en Louisville y Tupelo (Misisipi).
Miles de personas se han quedado sin electricidad en Alabama, Kentucky y Misisipi y miles también han tenido que pasar la noche en sus sótanos o en los refugios habilitados, informaron hoy los medios locales.
Los meteorólogos estiman que estos tornados en el sur son la última arremetida del duro temporal que dio lugar a otros tornados mortales en Arkansas, Oklahoma e Iowa el domingo y el lunes.
La amenaza de fuertes tornados ha despertado los peores temores especialmente en Alabama, donde el domingo se cumplieron tres años de la serie histórica de 60 tornados que mataron más de 250 personas en ese estado en 2011.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, que está en gira en Asia desde la semana pasada, envió este lunes un mensaje de condolencia a todos los afectados por los tornados, y subrayó la disposición del Gobierno Federal a suministrar la ayuda que sea necesaria.