El brote del virus ébola en Guinea Conakry y otros países de África
Occidental (Liberia, Mali y Sierra Leona) ha puesto en alerta a todo el
mundo y por tanto a Asturias, donde existen varias vías por las que
podría llegar esta terrible enfermedad, con una mortalidad del 65 por
ciento. En el puerto de El Musel llegó hace una semana, concretamente el
día 1, el buque "Royal Fairness", procedente del puerto de Buchanan, en
Liberia, un país donde se han confirmado ya 20 casos de ébola y la
muerte de diez personas, muy por debajo, no obstante de los 150 casos
registrados en Guinea, con 101 fallecidos.
El personal de Sanidad
Exterior, dependiente de la Delegación de Gobierno, confirmó que no
había riesgo sanitario alguno, y el "Royal Fairness" pudo descargar su
mercancía, mineral del hierro, y ya se encuentra fondeado en el exterior
del puerto, a la espera de órdenes. Los médicos de este servicio están
prevenidos de la llegada de un segundo buque, que tenía previsto
efectuar su atraque en el puerto gijonés a las tres de la madrugada de
hoy, también procedente de Buchanan. Se trata del barco de bandera
panameña "Am Liberia", que también llega con una carga de mineral de
hierro.
A los buques que llegan procedentes de la zona afectada
por el brote de ébola, que puede durar entre dos y cuatro meses, según
las autoridades guineanas, se les exige la Declaración Marítima de
Sanidad, previa a la concesión de la Libre Plática, una autorización
para realizar libremente sus operaciones, especialmente el contacto con
tierra, una vez cumplidas y comprobadas las exigencias sanitarias según
el Reglamento Sanitario Internacional.
Según la Delegación de
Gobierno, en caso de que se detectase algún enfermo, se procedería a
inspeccionar el buque y reconocer al resto de la tripulación, como paso
previo a la adopción de medidas sanitarias apropiadas para una
emergencia sanitaria en frontera y que podría incluir incluso la
cuarentena para evitar el contagio de una enfermedad tan grave.
Están
en alerta no sólo los puertos de Avilés y Gijón, sino también el
aeropuerto de Asturias, donde se controla a los viajeros de los países
en los que se ha registrado el brote, aunque no hay vuelos directos
desde esa zona a Asturias, y en caso de que llegase algún nacional del
África Occidental ya habría aterrizado previamente en otro aeropuerto.
Los
casos en investigación y los confirmados se comunicarán de forma
urgente a los servicios de salud pública asturianos y desde allí al
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del
Ministerio de Sanidad. Existe un protocolo de actuación coordinada con
la Consejería de Sanidad y el SESPA, por si hubiese que atender a alguna
persona infectada, y que incluiría medidas de aislamiento y tratamiento
adecuadas. El buque podría ser autorizado a seguir su curso, aunque
sería sometido a seguimiento médico.
Riesgo bajo
No obstante, el riesgo
es bajo, según indicaron fuentes próximas al dispositivo establecido
por la Delegación de Gobierno. La enfermedad que provoca el virus, la
fiebre hemorrágica, es tan letal que cualquier precaución es poca. "Su
origen es desconocido, aunque se investiga si está en los murciélagos.
Tampoco se conoce cómo se contagia, aunque se piensa que puede ser a
través de las secreciones: vómitos, sangre, diarrea... Su mortalidad es
del 65 por ciento. Provoca un fallo multisistémico, fallos en el riñón,
el hígado, el sistema inmune... La sangre no se coagula", indicó un
experto. Los controles que se han establecido ya se vivieron entre los
años 2004 y 2006 por culpa de la gripe aviar.
Controles
"Royal Fairness"
El
buque "Royal Fairness" atracó en Gijón el martes de la semana pasada,
procedente del puerto liberiano de Buchanan con una carga de mineral de
hierro, sin que se reportase ninguna incidencia por parte de Sanidad
Exterior. Posteriormente zarpó del puerto tras descargar su mercancía y
ha quedado fondeado en las inmediaciones de la costa gijonesa la espera
de órdenes.
"Am Liberia"
Para las tres de la madrugada de
hoy estaba previsto el atraque del buque de bandera panameña "Am
Liberia", procedente también de Buchanan y con una carga de mineral de
hierro. Como el anterior barco, Sanidad Exterior está en alerta por si
alguno de los tripulantes estuviese enfermo o fuese sospechoso para
examinar al resto de la dotación y aislarla si fuese necesario.