El fuego se produjo en una de las viviendas de la séptima planta de un inmueble que fue desalojado por precaución
Un salón completamente calcinado, un susto de consideración y un buen rato fuera de casa, a la espera de que los bomberos dieran el visto bueno para volver. Fueron las únicas consecuencias del incendio declarado ayer, hacia las dos y media de la tarde, en una de las viviendas de la séptima planta del número 13 de la céntrica calle Arquitecto Reguera."Salía por el portal, sonó una explosión muy fuerte y cayeron un montón de cristales a la acera. No nos pasó nada de milagro", decía Nacho Cortadi, un vecino del edificio que salía de casa cuando se produjo una explosión por combustión, según los bomberos. Aún están bajo investigación las causas de un fuego que se produjo en un salón recubierto de madera casi en su totalidad y con muchos muebles en su interior. Falta conocer la procedencia de los gases que produjeron la deflagración y las consiguientes llamas en la vivienda.
La única habitante de la casa había salido a pasear en ese momento y el resto de vecinos pudo abandonar por su propio pie el edificio. Ninguno de ellos fue trasladado a centros sanitarios. Hubo cierta angustia por una mujer de edad avanzada que permaneció por consejo de los bomberos en su casa, en el octavo piso, un bajocubierta. Estaba perfectamente.
Los vecinos, pocos por el puente pero arremolinados en la calle, alabaron la rápida actuación de los bomberos.