El tifón 'Melor' ha dejado 41 muertos a su paso por Filipinas,
cuatro desaparecidos y más de 750.000 desplazados, además de
pérdidas materiales por valor de unos 935 millones de pesos (18,22
millones de euros), según el último balance facilitado por las
autoridades del país asiático.
'Melor', bautizado como 'Nona'
por las autoridades locales, ha alcanzado vientos máximos de 150
kilómetros por hora y ráfagas de hasta 185, según la oficina
meteorológica estatal de Filipinas.
Este viernes se han
reanudado los vuelos nacionales y los ferris, aunque las escuelas
continúan cerradas. La electricidad y las comunicaciones se han
restablecido en la mayoría de las zonas pero más de un tercio de la
población continúa desplazada.
Filipinas, que es uno de los
países más proclives a los desastres naturales en el mundo,
experimenta un promedio de 20 tifones al año. En 2013, el huracán
Yolanda (Haiyan) mató a 6.300 personas y dejó a más de 1,4
millones de personas sin hogar. Según fuentes del Gobierno, este
viernes otra tormenta tropical podría alcanzar la isla de Mindanao,
en el sur de Filipinas.
Por otro lado, aprovechando el caos
causado por el tifón, rebeldes maoistas han atacado este viernes un
convoy de ayuda del Ejército hiriendo a los dos soldados que
viajaban en el vehículo, según han informado las autoridades.
Un
portavoz del Ejército ha culpado del ataque a los rebeldes del grupo
Nuevo Ejército del Pueblo, una guerrilla que lleva luchando en la
región desde hace más de cuatro décadas y que firmó un alto el
fuego este martes.