Los equipos de rescate han localizado ya 18 cuerpos, 426 personas
siguen desaparecidas en el río Yangtsé tras el naufragio del "Estrella
de Oriente".
La cifra de cuerpos localizados en el naufragio del transbordador Estrella de China, hundido el lunes por la noche durante una tormenta en el río Yangtsé con 458 personas a bordo, ha aumentado a 18, según las últimas cifras proporcionadas por los medios oficiales chinos. Desde que en la tarde del martes se rescató a dos personas, no se ha localizado a nadie con vida en un naufragio en el que por el momento hay 14 supervivientes y 426 desaparecidos.
A medida que pasan las horas disminuye la esperanza de encontrar más pasajeros vivos. Aunque el ministro chino de Transporte, Yang Chuantang, asegura que “en tanto quede una esperanza, seguiremos al 100%, sin abandonar”.
Casi 200 buzos, en un dispositivo de rescate que suma al menos 3.000 personas entre militares, policías y civiles, buscan en las aguas del Yangtsé en medio de una lluvia intermitente y con el agua a una temperatura de 10 grados. En busca de bolsas de aire en las que se encuentren pasajeros vivos, un grupo de rescatadores estudia la manera de abrir huecos en la parte de la quilla de la embarcación que se mantiene fuera del agua, pero evitando que la salida de aire del interior de la nave provoque una subida del nivel del agua. Un segundo grupo de operarios busca cuerpos o supervivientes en el interior del pecio. Y el resto rastrea el curso del río a lo largo de 220 kilómetros. Tres de los cuerpos se han encontrado a 50 kilómetros del lugar del siniestro.
Dos barcos de rescate se encuentran en la zona del accidente a la espera de que lleguen tres más y decidir qué hacer con el buque hundido: si intensificar la estrategia de perforaciones, dar la vuelta a la embarcación naufragada, o arrastrarla hacia la orilla.
“Cuando estén los cinco, los expertos evaluarán la situación teniendo en cuenta la situación del barco, la climatología, el estado del río...”, explicó a Efe el director adjunto de la oficina de información del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Jian Li, en un viaje por barco organizado para la prensa extranjera hasta el lugar del suceso.
Las autoridades no saben si la decisión podría retrasarse incluso hasta mañana, mientras la preocupación de los familiares de desaparecidos aumenta, esperando en hoteles de Jianli a que el Gobierno les informe de la marcha de las tareas de rescate.
Más de 36 horas después del naufragio, el condado de Jianli ha sufrido intensas lluvias que ayer llegaron a inundar buena parte de su territorio y han reducido la visibilidad de las aguas del río.
El Estrella de China, un crucero turístico, transportaba en su mayoría a jubilados de entre 60 y 80 años. La lista de pasajeros recoge que el viajero más joven es un niño de tres años. Todas las personas que se encontraban a bordo son de nacionalidad china. El barco había zarpado de Nanjing y se dirigía a Chongqing, recorriendo un tramo del Yangtsé muy popular entre los turistas. Entre los supervivientes se encuentra el capitán del barco, que se encuentra bajo custodia policial para ser interrogado y que ha declarado que el buque se hundió en cuestión de solo un par de minutos a consecuencia de un “tornado”.
El primer ministro chino, Li Keqiang, que hoy emprendió regreso a Pekín tras supervisar las tareas de rescate y rendir homenaje a las víctimas, ha dado instrucciones de que se emitan “actualizaciones frecuentes y transparentes” sobre la operación.
La cifra de cuerpos localizados en el naufragio del transbordador Estrella de China, hundido el lunes por la noche durante una tormenta en el río Yangtsé con 458 personas a bordo, ha aumentado a 18, según las últimas cifras proporcionadas por los medios oficiales chinos. Desde que en la tarde del martes se rescató a dos personas, no se ha localizado a nadie con vida en un naufragio en el que por el momento hay 14 supervivientes y 426 desaparecidos.
A medida que pasan las horas disminuye la esperanza de encontrar más pasajeros vivos. Aunque el ministro chino de Transporte, Yang Chuantang, asegura que “en tanto quede una esperanza, seguiremos al 100%, sin abandonar”.
Casi 200 buzos, en un dispositivo de rescate que suma al menos 3.000 personas entre militares, policías y civiles, buscan en las aguas del Yangtsé en medio de una lluvia intermitente y con el agua a una temperatura de 10 grados. En busca de bolsas de aire en las que se encuentren pasajeros vivos, un grupo de rescatadores estudia la manera de abrir huecos en la parte de la quilla de la embarcación que se mantiene fuera del agua, pero evitando que la salida de aire del interior de la nave provoque una subida del nivel del agua. Un segundo grupo de operarios busca cuerpos o supervivientes en el interior del pecio. Y el resto rastrea el curso del río a lo largo de 220 kilómetros. Tres de los cuerpos se han encontrado a 50 kilómetros del lugar del siniestro.
Dos barcos de rescate se encuentran en la zona del accidente a la espera de que lleguen tres más y decidir qué hacer con el buque hundido: si intensificar la estrategia de perforaciones, dar la vuelta a la embarcación naufragada, o arrastrarla hacia la orilla.
“Cuando estén los cinco, los expertos evaluarán la situación teniendo en cuenta la situación del barco, la climatología, el estado del río...”, explicó a Efe el director adjunto de la oficina de información del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Jian Li, en un viaje por barco organizado para la prensa extranjera hasta el lugar del suceso.
Las autoridades no saben si la decisión podría retrasarse incluso hasta mañana, mientras la preocupación de los familiares de desaparecidos aumenta, esperando en hoteles de Jianli a que el Gobierno les informe de la marcha de las tareas de rescate.
Más de 36 horas después del naufragio, el condado de Jianli ha sufrido intensas lluvias que ayer llegaron a inundar buena parte de su territorio y han reducido la visibilidad de las aguas del río.
El Estrella de China, un crucero turístico, transportaba en su mayoría a jubilados de entre 60 y 80 años. La lista de pasajeros recoge que el viajero más joven es un niño de tres años. Todas las personas que se encontraban a bordo son de nacionalidad china. El barco había zarpado de Nanjing y se dirigía a Chongqing, recorriendo un tramo del Yangtsé muy popular entre los turistas. Entre los supervivientes se encuentra el capitán del barco, que se encuentra bajo custodia policial para ser interrogado y que ha declarado que el buque se hundió en cuestión de solo un par de minutos a consecuencia de un “tornado”.
El primer ministro chino, Li Keqiang, que hoy emprendió regreso a Pekín tras supervisar las tareas de rescate y rendir homenaje a las víctimas, ha dado instrucciones de que se emitan “actualizaciones frecuentes y transparentes” sobre la operación.