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SERVICIO DE INFORMACION RADIO EMERGENCIA

sábado, 20 de junio de 2015

CONTROLADO INCENDIO EN EL PUERTO DEL GARRUCHAL

Agentes de la Brigada de Investigación de Delitos Ambientales y Guardia Civil recaban información en la zona para determinar las causas por las que se originó el fuego.
«Había una mujer llorando porque no podía salir de su casa; tenía caballos y había fuego por arriba y por abajo». Fue una de las escenas que presenció con impotencia Rubén Corbalán, gerente de la Venta del Garruchal, quien junto a otros vecinos de la zona se vio obligado ayer a luchar contra un incendio forestal que arrasó más de 45 hectáreas del Puerto del Garruchal. «Estábamos asustados; teníamos las llamas a 500 metros del restaurante». Su negocio no terminó reducido a cenizas gracias a la intervención de 110 efectivos del Plan Informur.
Los servicios de emergencias dieron por controlado el fuego a las 5.15 horas de este sábado, gracias al dispositivo que permaneció durante toda la noche en el lugar del incendio asegurando el perímetro y refrescando la zona calcinada. La Brigada de Investigación de Delitos Ambientales (BRIDA) y Guardia Civil también continúan recabando información en la zona para determinar las causas por las que se originaron las llamas.
 Peor suerte corrieron los espartos, albaidas y pinos carrascos que conforman parte de la vegetación de este enclave, incluido en el espacio natural protegido de Carrascoy y El Valle. Las causas del fuego podrían ser una quema agrícola o la actuación de un pirómano. «Desde las diez de la mañana he estado con la Policía Local para arriba y para abajo», relató Rubén. A las 10.30 horas alertó a los bomberos de Murcia de un incendio de rastrojos a cincuenta metros del Estrecho del Garruchal. «Lo apagamos los vecinos porque era pequeñito». Solo tres horas después, el fuego volvió a aflorar en el Cabezo del Buitre, y quince minutos más tarde, a las 13.45 horas, hubo otro foco en el Camino de los Puros. Rubén fue uno de los vecinos de la zona que telefoneó al 112, a las 13.49 horas, para volver a alertar del fuego.
 Fuentes de Emergencias detallaron que el origen estaba en zona agrícola, en la Finca de Los Olivos, pero «el viento ha favorecido que se extienda al monte». El gerente de la Venta el Garruchal fue corriendo con otros vecinos para apagar el fuego. «Llevábamos ramas porque solo eran diez metros cuadrados de llamas. Seguro que nos tuvimos que cruzar con el pirómano». Los bomberos de Murcia llegaron antes al foco de los Puros, pero mientras trabajaban en este punto el viento favoreció que las llamas se extendiesen desde el Estrecho del Garruchal hasta la Senda Bonita. Una zona frecuentada por senderistas y punto habitual de excursiones de centros escolares.
Casas aisladas por las llamas
«La gente estaba muy agobiada», explicó Isabel Pelegrín, coordinadora del Centro Medioambiental Fuente Columbares, ubicado en el Puerto del Garruchal. «Se sospecha que el fuego ha sido provocado porque a lo largo de la mañana ha habido tres conatos». Las altas temperaturas y la masa forestal acumulada fueron el combustible perfecto para que las llamas se extendiesen con rapidez, obligando a la Dirección General de Emergencias a decretar el nivel 1 del Plan Infomur.
La carretera F-13 que une la pedanía murciana de Los Garres con Balsicas (Torre Pacheco) tuvo que ser cortada el tráfico, porque las llamas campaban a sus anchas a ambos lados de esta vía. El fuego también dejó aisladas casas situadas entre el Garruchal y el Camino de los Puros, lo que generó nerviosismo entre los propietarios de otros inmuebles rodeados de zonas de pinada y mucha masa forestal en la umbría de Los Sánchez. Emergencias llegó a plantearse la posibilidad de evacuar casas, pero finalmente no fue necesario.
Hidroaviones desde Valencia
«Nos ha dado miedo porque el viento venía hacia nosotros», comentaba un vecino mientras presenciaba las labores de extinción a pie de carretera. «Esto no ha sido un cigarrillo». A las 15 horas ya se habían movilizados todos los medios aéreos disponibles, porque una gran columna gris se divisaba desde la autovía RM-19 en dirección a San Javier, y el humo se empezaba a respirar en algunas pedanías de Murcia y por el sureste de la capital.
A los helicópteros con base en Alcantarilla, Sierra de la Pila y Zarcilla de Ramos, y al bombardero kamov del Ministerio de Agricultura, con base en La Alberquilla, se sumaron dos hidroaviones procedentes de Valencia. Todos ellos trabajaron a destajo, abasteciéndose de balsas de riego de comunidades de regantes de la zona y del Mar Menor.
Las llamas arrasaron cuartos de aperos, afectaron a las vallas de varias fincas y calcinaron animales. La Fundación Desarrollo Sostenible tuvo que posponer para el próximo lunes la reunión que habían convocado ayer para dar a conocer el programa de actividades de sus escuelas de verano.
No había vuelta atrás. A las 16.25 horas hubo que decretar el nivel 2 de alerta porque el fuego seguía ganando terreno. La Delegación del Gobierno movilizó a 52 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en Bétera (Valencia).
Tres kilómetros de distancia
«La hipótesis más lógica es que alguien ha lanzado algo desde el coche, porque había un foco en la rambla de Villora y en la de los Puros; a un lado y a otro de la carretera», apuntó el presidente de la Fundación Desarrollo Sostenible, Emilio Ballester. Los colectivos ecologistas presenciaron con dolor cómo las llamas «han penetrado en la zona sur de la Sierra de Columbares», incluida en la zona ZEPA del Monte del Valle y Sierras de Altaona y Escalona.
Fuentes de los bomberos confirmaron «entre tres y cuatro focos». La edil de Seguridad Ciudadana, Lola Sánchez, avanzó que «ya se ha abierto una investigación por parte del Seprona de la Guardia Civil» y detalló que «entre los focos había hasta tres kilómetros de distancia».
Sánchez presenció las labores de extinción junto al alcalde, José Ballesta, y al presidente en funciones de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre. Las buenas noticias no llegaron hasta las 18.05 horas, cuando el director de extinción del incendio forestal lo declaró «estabilizado» y se estableció una línea de control de seguridad. De forma que la UME no tuvo que intervenir y se restableció el nivel 1 del Plan Infomur.
Pese a todo, los medios aéreos siguieron trabajando y apurando las últimas horas de luz, según fuentes de bomberos, «para evitar que el viento reavive algún foco». De esa forma, en el Puerto del Garruchal permanecieron toda la noche cinco retenes con 30 bomberos. El presidente de la Fundación Desarrollo Sostenible alertó a las administraciones del riesgo de incendio de cara al verano. «Falta más mantenimiento y limpieza para evitar que se acumule masa forestal en los montes».