EMPLEA UN 901, QUE TIENE UN COSTE SUPERIOR AL DE UN TELEFONO CONVENCIONAL
Pagar a Hacienda en la declaración de la renta cuesta, pero pagar también por la llamada telefónica a la Agencia Tributaria
(AEAT) para realizar trámites básicos como, por ejemplo, pedir la cita
previa para presentar el IRPF, puede llegar a enfadar. Lo que podría ser
un servicio gratuito tiene un coste añadido para el ciudadano, ya que
los números que Hacienda facilita son 901, es decir, de tarificación
especial, con un coste compartido entre quien llama y quien recibe la
llamada, y excluidos de la tarifa plana de las operadoras.
El pasado mes de marzo, el BNG
presentó una pregunta en el Congreso para su respuesta por escrito
relativa precisamente al funcionamiento de los números 901 de la Agencia
Tributaria. Mostraban su preocupación por el hecho de que cualquier
contribuyente, empresa o asesoría fiscal «tenga que abonar un precio
encubierto por solicitar información tributaria básica, realizar una
consulta, solicitar asistencia para cubrir formularios telemáticos
tributarios, pedir certificaciones, iniciar la tramitación de impuestos
que pueden ser previamente confeccionados por la Agencia (como el IRPF) o
incluso solicitar una cita previa».
Porque en la página de la AEAT no existe información
de ningún número convencional -gratuito- asociado al 901 de tarificación
compartida y, además, Hacienda ya no atiende presencialmente en las
oficinas a ningún ciudadano que no haya concertado previamente cita. Es
decir, que las vías que le quedan son la telemática -a la que no toda la
población tiene acceso ni tampoco formación- o la sorpresa en la
factura telefónica.
El fisco dice que paga el coste
El Ejecutivo respondió el 7 de mayo a la pregunta de
la diputada del BNG, Olaia Fernández Davila, asegurando que el coste de
los servicios telefónicos -personal, infraestructura y establecimiento
de llamada- para resolver dudas, hacer gestiones o pedir cita, «lo asume
íntegramente la Agencia Tributaria». Pero no dice nada de los minutos
necesarios para realizar el trámite.
Por ello, esta misma semana el Bloque ha formulado
una nueva pregunta, haciéndose eco de las «quejas de diversas personas
que efectuaron llamadas al número 901 para cuestiones relacionadas con
sus declaraciones de la renta, y que comprueban ahora en sus facturas
telefónicas que las llamadas se les han cobrado».
«Han utilizado un servicio público por el que han
tenido que pagar. Así que no ha habido tal servicio público», sostiene
Fernández Davila en el texto, en el que pregunta a la AEAT por qué no
dispuso de teléfonos gratuitos para los contribuyentes y si no es un
«engaño» hacerles pensar que marcaban un teléfono de atención de la
Agencia Tributaria gratuito. Reclama explicaciones y se interesa por si
Hacienda les reintegrará el dinero.
La situación no es nueva. El BNG lleva años
denunciándola y, de hecho, en mayo del 2010 el Congreso aprobó una
proposición no de ley dirigida a publicitar los números convencionales
gratuitos asociados a los 901 y 902. Pero un lustro después, empresas
privadas y Administración continúan sin cumplirlo.