Pasadas las siete de la tarde de este viernes se produjo un nuevo desprendimiento de rocas en el punto kilométrico 160,600 de la N-621 a su paso por el Desfiladero de la Hermida, a un kilómetro de distancia del puente de La Barca, y pasada una de las curvas más cerradas del Desfiladero, que siempre obliga a camiones y autobuses a abrirse para no chocar con la roca.
En ese momento circulaban dos vehículos en dirección a Santander por esa zona. El primero de ellos, conducido por J.R.T, al salir de la curva y ver caer las rocas, según manifestó a EL DIARIO MONTAÑÉS, “me tuve que abrir hacia la izquierda, pero las piedras impactaron contra la rueda delantera derecha, reventándola y causando daños en la carrocería del vehículo”.
El conductor iba acompañado de su mujer e hijos. Una hora después una grúa procedía a desalojar el vehículo de la zona, mientras se esperaba la llegada de una pala para proceder a retirar las rocas caídas. La Guardia Civil de tráfico habilitó un carril para la circulación que era bastante fluida en dirección a Potes, ya que este fin de semana tiene lugar la Fiesta del Orujo, que concentra a miles de personas en la villa lebaniega.
Dos meses de desprendimientos
En dos meses se han producido en el Desfiladero de la Hermida varios
desprendimientos de rocas y tierra. En la madrugada del 23 de
septiembre, un impresionante argayo de 500 toneladas de piedras y tierra
cayó en el punto kilométrico 154,500 entre las localidades de Castro
Cillorigo y Lebeña, también en pleno Desfiladero de la Hermida, en un
lugar que había sufrido con anterioridad dos desprendimientos. Las
piedras impactaron contra una malla de seguridad y saltaron por encima,
cubriendo 25 metros de carretera y ocupando los dos carriles de la
circulación. Una pala desplazada desde Cabezón de la Sal, junto a
operarios de conservación de carreteras, desalojó las piedras y la
tierra de la carretera, quedando abierta al tráfico después de dos horas
y media de limpieza. Al día siguiente, después de que técnicos de
Fomento evaluasen la situación, se procedió a romper la malla, para que
cayese la roca y tierra acumulada y se limpió la zona, instalando De nuevo el pasado 8 de octubre, una gran roca se desprendió desde una canal con gran pendiente entrando de lleno en una vivienda, donde en ese momento no había nadie en su interior. La roca de 10 toneladas, cayó desde 400 metros de altura, destrozando la casa, cuya dueña ha decidido no volver a levantar de nueva planta.
Durante los últimos años se han instalado un importante número de mallas protectoras en puntos de riesgo de desprendimientos de rocas, y se ha prohibido la presencia de cabras en el Desfiladero, pero después de los temporales de agua, el riesgo siempre existe. Fue en el mes de junio, cuando se instaló una galería dinámica de 60 metros de red, en un talud con importante desnivel, en el margen derecho del punto kilométrico 161,500, antes de llegar al puente de La Barca, y a un kilómetro de distancia de donde ha habido el desprendimiento ayer. Las obras fueron promovidas por el Ministerio de Fomento con carácter de urgencia.
Mientras tanto, los lebaniegos siguen pidiendo que de una vez por todas, se lleven a cabo las deseadas obras de la mejora integral de la N-621 a su paso por el Desfiladero de la Hermida.