Esta especie de «campo de
fuerza» consigue bloquear los llamados «electrones asesinos», una
amenaza para nuestro planeta durante las intensas tormenta solares.
Un equipo de la Universidad de Colorado (EE.UU.) ha descubierto a unos 11.500 kilómetros sobre la Tierra un escudo invisible que bloquea los llamados "electrones asesinos",
unas partículas que circulan alrededor del planeta a una velocidad
cercana a la luz y que suponen una gran amenaza para astronautas,
satélites y sistemas espaciales durante las intensas tormentas solares.
Esta barrera para el movimiento de las partículas ha aparecido en los cinturones de radiación de Van Allen,
dos anillos que están llenos de electrones y protones de alta energía.
El autor principal del trabajo, Daniel Baker, ha explicado en la revista
Nature que este cinturón está retenido en su lugar por el campo magnético de la Tierra y se hincha y se contrae periódicamente en respuesta a las perturbaciones de energía entrantes desde el Sol.
Los cinturones de Van Allen
se consideran el primer descubrimiento importante de la era espacial
-en 1958- y su hallazgo determinó que estaban formados por un cinturón
interior y otro exterior que se extendían más de 40.000 kilómetros por
encima de superficie de la Tierra. En 2013, Baker dirigió un equipo que
utilizó dos sondas gemelas de la NASA para descubrir un tercer anillo
transitorio, el 'anillo de almacenamiento', situado entre los cinturones
y que parece ir y venir dependiendo de la intensidad del clima
espacial.
El último misterio sobre este objeto celeste gira en torno a
un límite "extremadamente fuerte" existente en el borde interior del
cinturón exterior, a 11.500 km de altura, que parece bloquear los
electrones ultrarrápidos impidiendo que entren en la atmósfera
terrestre.
Un muro de cristal
"Es como si esos electrones chocaran contra un muro de
cristal en el espacio", dice Baker, "Algo parecido a los escudos creados
por campos de fuerza que se veían en Star Trek y que se utilizaban para
repeler los ataques de armas alienígenas. Es un escudo invisible que
bloquea estos electrones y es un fenómeno extremadamente
desconcertante", ha apuntado el científico.
Los autores de este trabajo, que ha sido publicado en 'Nature',
pensaron en un principio que los electrones altamente cargados, que se
mueven en bucle alrededor de la Tierra -a más de 160.000 kilómetros por
segundo- se van a la deriva lentamente hacia la atmósfera superior y son
gradualmente aniquilados por la interacción con las moléculas de aire.
Pero la barrera impenetrable, vista en este nuevo estudio, no deja a los
electrones llegar tan lejos.
Para el autor, "la clave es mantener la observación de la
región con exquisito detalle". "Si el Sol realmente logra arruinar la
magnetosfera de la Tierra con una eyección de masa coronal (CME),
sospecho que abrirá una brecha en el escudo por un período de tiempo",
ha añadido.