Una nueva creciente ráfaga de nieve con "efecto largo" comenzó
recientemente a azotar este pasado jueves a la conocida segunda ciudad
del estado de Nueva York de Buffalo. Ya hubo ocho víctimas confirmadas.
Tal y como hemos conocido, la tormenta de nieve se ha concentrado en
gran medida en algunas zonas concretas de la ciudad de Buffalo,
bordeando el lago Erie.
Además, todo ello mientras que el resto se han visto menos afectadas por esta tormenta inusual e histórica.
Y en total, ahora ya más de 1,50 metros de nieve cayeron en 24 horas en algunos lugares.
No solo eso: Según las autoridades locales, las zonas más afectadas
en tres días podrían llegar a acumular cerca de 1,80 metros de nieve -lo
que suele nevar en todo un año-.
Con un mes de antelación, el más puro invierno ha llegado ya a
Estados Unidos, dejando numerosas imágenes de este frente frío, el cual
arrastró una enorme pared de nieve que avanzó lentamente sobre Búfalo la
pasada noche, una localidad situada en el norte de Nueva York.
La localidad de Búfalo, situada al norte del estado de Nueva York, ha
sido una de las más afectadas, pero no la única, ya que prácticamente
en todos los estados se ha bajado de los cero grados de temperatura.
Solamente un estado de todo el país se libra de esta condición,
Hawaii, por su privilegiada posición, pero el resto de zonas han tenido
que soportar las temperaturas más bajas desde 1976.
Normalmente, las heladas en Estados Unidos ocurren sobre todo en los
estados del norte, y sobre todo en fechas posteriores, una vez pasado el
puente de Acción de Gracias (finales de noviembre).
De hecho, lo más habitual es que se retrasen más aún, llegando hasta
los meses de enero o febrero, sumidos en el pleno invierno, donde ya es
más normal ver a muchos estados rozar los cero grados.
Sin embargo, lo excepcional, y lo ocurrido este año, es que todo esto
ocurra en pleno otoño, y que los suburbios de Búfalo queden totalmente
sepultados bajo seis pies de nieve.
El servicio nacional de meteorología ha distribuido esta misma mañana
todo el país norteamericano teñido de azul, sumido en una gran masa
amarilla y violeta en algunos puntos, lo que indica una alta intensidad
del frío.
De esta forma, por ejemplo, el oeste del estado de Nueva York fue una
de las regiones norteamericanas que más sufrieron esta terrible ola de
frío que arrasa prácticamente la totalidad del país.