Lo que se presumía desde febrero último, cuando empezaron los sismos en los pueblos cercanos al Sabancaya, se confirmó ayer: la erupción del volcán es inminente.
Científicos del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) e Instituto Geofísico del Perú (IGP),
revelaron que el monitoreo hecho en el Sabancaya confirma la presencia
de magma y que los sismos que se registran en los pueblos de Caylloma
tienen relación directa con la actividad volcánica.
Según el encargado del monitoreo del volcán por parte del Ingemmet, Domingo Ramos, todas esas señales corroboran la hipótesis de que el proceso eruptivo del macizo no tiene retroceso.
"¿Cuando será?, aún no lo sabemos", aclara. Solo refiere (a modo de ejemplo) que un volcán cercano, el Ubinas, demoró tres años y medio en erupcionar.
Lo cierto es que en localidades como Huambo y Cabanaconde,
de la provincia de Caylloma, hasta la semana pasada solo había entre 30
y 40 sismos imperceptibles por día. Pero en las últimas 48 horas hubo hasta mil temblores, uno de ellos de 5.7 grados que dejó tres personas heridas y serios daños materiales.
De acuerdo al reporte oficial, colapsaron 111 viviendas y otras 530
resultaron afectadas. Algunas vías fueron bloqueadas por deslizamientos y
los canales de regadío se fracturaron.
PROCESO ERUPTIVO
La roca fundida que permanece en el fondo de la Tierra, a
profundidades que superan los 2 mil kilómetros, se le conoce como magma.
Una vez en la superficie se le llama lava.
La erupción de un volcán es la emisión violenta de lava que se encuentra a temperaturas altas (entre 700 a 1,000 grados).
El proceso se inicia cuando el magma busca ascender al
centro del volcán. Lo hace poco a poco, puede demorar muchos años.
Durante ese tiempo, el volcán va dando señales. En ese punto se
encuentra el Sabancaya.
El jefe del IGP Arequipa, Orlando Macedo, explica que a
medida que el magma trata de salir a la superficie, rompe la corteza
terrestre. Este movimiento genera presiones en el subsuelo, que a su vez
reactiva las fallas geológicas internas y entonces el suelo tiembla
como en las últimas horas en Caylloma.
En febrero, el pueblo de Maca fue afectado por constantes
remezones que provocaron el colapso de viviendas. Cinco meses después,
los pueblos de Huambo y Cabanaconde son los afectados.
Macedo remarca que la presión subterránea (del magma)
puede migrar. Es por eso que en estos días, lo más probable es que los
sismos calmen y vuelvan en unos meses, pero en otras zonas.
MAGMA PRESENTE
Otra prueba fehaciente de la gestación de un proceso eruptivo son los estudios que los científicos realizan en el volcán. Pruebas químicas en las fumarolas confirman la existencia de magma en el Sabancaya, pero aún en baja intensidad.
Domingo Ramos precisa que la lava se identifica con el dióxido de azufre. Cada
día el volcán expulsa 60 toneladas. En el volcán que erupcionó en
Ecuador, agrega, sus emisiones iniciales fueron de 400 toneladas y
luego, en el momento cumbre, llegó a un millón de toneladas.
El Ingemmet y el IGP siguen muy de cerca al Sabancaya como
si se tratase de un paciente. Le toman la temperatura al milímetro. Una
cámara filma al macizo todo el tiempo y se le controla mediante puntos
cardinales. Esto tiene una explicación: cuando un volcán va a erupcionar
cambia de forma.
Los expertos además toman muestras de las aguas termales
cercanas. Miden la altura de las fumarolas y registran en tiempo real
los microsismos que ocurren muy seguido dentro del edificio volcánico.
Actualmente las fumarolas se alzan entre los 400 y mil metros por encima del cráter.
¿Cuándo erupcionaría el Sabancaya? No es posible saberlo con certeza. Orlando Macedo, del IGP, advierte que el primer indicador de una erupción son las emisiones sólidas (cenizas condensadas), situación que aún no se registra en el volcán.
En tanto, las autoridades de la región se reunieron ayer
en el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (Coer) para enviar
ayuda humanitaria a las zonas afectadas por los sismos. Hoy se evaluará si se declara en emergencia al distrito de Huambo.
CLAVES
Escenario. Los científicos creen que en una erupción del Sabancaya emitiría gases, vapor y cenizas.
Es poco probable que bote lava caliente y si lo hace no
recorrería más de 12 kilómetros. Sin embargo, emitiría nubes de gases y
cenizas que trasladadas por el viento podrían causar daños en la
agricultura de la zona y llegarían al Cañón del Colca.