El tren siniestrado este viernes a una treintena de
kilómetros al sur de París descarriló en un punto en el que hay un
cambio de agujas y a una velocidad "normal" de 137 kilómetros por
hora, explicó esta noche la compañía ferroviaria francesa SNCF. Un
responsable de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Alain
Krakovitch, dijo en conferencia de prensa que el tren París-Limoges iba a
una velocidad inferior al máximo permitido de 150 kilómetros por hora
en ese tramo cuando llegó a un cambio de agujas que hay 200 metros antes
de la estación de Bretigny sur Orge.
Media hora antes del siniestro, que sucedió a las 17.14
locales (15.14 GMT) por ese mismo cambio de agujas -que fue
inspeccionado por última vez el 4 de julio- había pasado otro tren sin
que entonces se hubiera señalado ningún incidente, precisó Krakovitch.
Según el balance todavía provisional dado poco después de medianoche por
el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, que se había desplazado
al lugar de los hechos, seis personas murieron y otras 30 resultaron
heridas, de las cuales ocho estaban "en estado grave".
"Por ahora es imposible dar una información" sobre las
causas, reconoció en declaraciones a la prensa Ayrault, que reiteró que
"habrá tres investigaciones", una de la justicia, otra de la SNCF y otra
del Ministerio de Transportes, que "permitirán conocer pronto las
causas de este drama" y delimitar las eventuales responsabilidades. Poco
antes, el presidente de la SNCF, Guillaume Pépy, había indicado que una
vez que se produjo el descarrilamiento se pudo evitar por poco un
choque de trenes entre el siniestrado, algunos de cuyos vagones quedaron
volcados en una vía próxima, y otro que debía pasar en sentido opuesto
por esa otra vía.
Ayrault indicó que la SNCF se ha puesto a trabajar para
permitir alternativas a los trenes que en las próximas horas y en los
próximos días no podrán circular por Bretigny sur Orge, un importante
nudo ferroviario en las líneas que van de París hacia el sur por
Orleans. Estaba previsto que esta noche varias grúas continuaran
trabajando para retirar los vagones descarrilados y asegurar que ninguna
víctima había quedado atrapada.