La tranquilidad con la que se estaba desarrollando la
novena edición de la Subida a Alisas, puntuable para el campeonato
regional, se quebró en la primera manga oficial cuando, según la
organización, el piloto con el dorsal número 20, Mikel Martínez, perdió
el control de su BMW y atropelló a dos niños. A. M. A, de cuatro años y
vecino de Camargo, y D. S. M. de la F., de 13, vecino de Liencres. Los
heridos fueron trasladados por efectivos de la DYA al Hospital
Universitario Marqués de Valdecilla, con lesiones «de pronóstico grave».
La escudería Adal Sport de Treto había solicitado la
preinspección para que la cita pudiera ser el próximo año puntuable para
el Campeonato de España de la especialidad. Por esta razón, las medidas
de seguridad eran mayores y la organización se había esforzado en
extremar las precauciones. Responsables de la Española vigilaron que la
subida contase con todos los requisitos necesarios. Testigos
presenciales relataron a este periódico que el piloto podría haber
sufrido «un problema mecánico» que le pudo provocar la pérdida del
control del vehículo, sin que pudiera evitar arrollar a los dos menores
que presenciaban la prueba. «Estaban en una zona prohibida para el
público y así estaba señalizada», explicó a este periódico Julio Gómez,
organizador de la Subida.
Nada más producirse el accidente, el público saltó a la
carretera para detener al siguiente vehículo. Rápidamente las
ambulancias de la DYA se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Lo
primero que hicieron fue estabilizar a los dos chavales heridos y
después trasladarlos al Hospital de Valdecilla donde fueron ingresados.
La prueba contaba con dos UVI móviles, dos ambulancias de Soporte Vital
Básico y dos vehículos de intervención rápida y rescate. Según ha podido
saber este periódico, el estado de los menores «es grave» al haber
sufrido «lesiones muy severas» en las piernas.
El accidente provocó que el desarrollo de la carrera
tuviera que ser retrasado durante tres horas. Pasado este tiempo, la
competición se retomó y se terminó de disputar la primera manga oficial y
a continuación la segunda y última. Durante la ceremonia de entrega de
premios no se permitió a los pilotos que brindasen con cava, como es
habitual, en señal de respeto por los dos heridos.
Vilariño, victoria y récord
En lo deportivo, Andrés Vilariño, con su barqueta CN-E2-SC,
fue el dominador de la Subida a Alisas. El piloto vasco, además del
triunfo, batió hasta en tres ocasiones el récord en los 7,2 kilómetros
de ascensión. El cuatro veces campeón de España y de Europa de la
especialidad 'voló' sobre el trazado. La primera rebaja del récord la
consiguió en los primeros entrenamientos oficiales al conseguir detener
el cronómetro en un tiempo de 3:26.416. A continuación, en la primer
subida oficial, bajo el tiempo al hacer 3:25.831. Por último, en la
última ascensión, pulverizó todos los registros para dejar el récord
definitivo de la cita cántabra en 3:25.239.
El resto de sus rivales poco pudieron hacer para
contrarrestar el dominio del piloto vasco. El segundo clasificado fue el
asturiano Javi Villa que, a bordo de un BRC, se quedó a 18 segundos en
el cómputo global de las cuatro ascensiones. Tercero en el podio fue
Jairo Pesquera, también con un BRC. El primer cántabro clasificado fue
Iván Solana, con un Silver Car, en el puesto cuarto. Por su parte,
Marcos Diego, con el espectacular BMW Compact F2000, se adjudicó la
victoria en el apartado de carrozados.