La atención de hoy se priorizó en las personas y animales domésticos que viven en las cercanías del Parque Nacional.
Unas 61 familias habitan los alrededores del volcán por cuestiones de trabajo, según la Comisión Nacional de Emergencias.
El volcán continua vigilado debido a que sigue lanzando ceniza y gases, aunque con menor fuerza.
Asimismo, se solicitó al ministerio de Salud realizar, junto con la municipalidad de Turrialba, un análisis del agua potable para humanos y animales que se distribuye en el distrito de Santa Cruz.
Entre otras acciones de atención, a través de Senasa se lleva alimento a unos 120 animales de 12 fincas que se mantienen con algún tipo de riesgo por la cercanía al volcán.
