El peligro inmediato está en un vertedero municipal que ya ha quedado rodeado por el río de roca fundida.
La lava del volcán Kilauea sigue avanzando en la «Isla Grande» de Hawai
(EE.UU.) y mantiene en vilo a unos 50 hogares del pueblo de Pahoa,
aunque el peligro inmediato está en un vertedero municipal que ya ha
quedado rodeado por el río de roca fundida.
Según informaron hoy los agentes de Defensa Civil
del condado de Hawai, la lava que el pasado lunes destruyó la primera
casa se dirige ahora al vertedero del pueblo de Pahoa, y ya ha cubierto
el asfalto de la carretera que lo rodea.
La lava del Kilauea avanza desde el mes de junio
hasta alcanzar el lunes la primera casa en Pahoa, un pueblo de unos
1.000 habitantes y cuyos vecinos ya llevaban varios días en alerta de
evacuación.
Después de engullir el primer hogar, la lava superó un terraplén y rellenó una fosa, tras lo que alcanzó la carretera.
Todos los materiales peligrosos o valiosos del
vertedero fueron retirados hace ya varias semanas, y las autoridades
cuentan con que éste será engullido por el río de lava.
Además, la lava podría llegar a la autopista 130,
la única que conecta el distrito de Puna con el resto de la isla, lo
que dejaría a 9.000 residentes aislados.
En los últimos días, a medida que se acercaba al pueblo, la lava cubrió una carretera local, un cementerio y un cobertizo.
Hawai se encuentra en estado de emergencia por el
avance de la lava desde el 5 de septiembre, 80 miembros de la Guardia
Nacional se han desplazado a la isla y el Gobierno federal envió ayuda
adicional la semana pasada.
Las erupciones del Kilauea, uno de los
volcanes más grandes del mundo, son continuas desde 1983 y las
autoridades vigilan el avance de la lava desde principios de junio.
La isla de Hawai, también conocida como la
«Isla Grande» para diferenciarla del estado homónimo, es la más extensa
de las ocho que forman este archipiélago del Pacífico.