Se trata de una enfermedad vírica transmitida por mosquitos para la que por el momento no hay ningún tratamiento específico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) animó ayer a
todos los países a crear y mantener sus capacidades para detectar casos
de fiebre chikungunya, y advirtió de que en Europa también pueden detectarse brotes de esta enfermedad infecciosa.
La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica
transmitida por mosquitos para la que por el momento no hay ningún
tratamiento específico y, además de fiebre y fuertes dolores
articulares, produce otros síntomas como dolores musculares, dolores de
cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.
A pesar de que la enfermedad se da en África,
Asia y el subcontinente indio, la OMS recordó que en los últimos
decenios los vectores de la enfermedad se han propagado a países de
América y Europa.
Descrita por primera vez en 1952 en Tanzania, en
el 2007 se notificó la primera transmisión de la enfermedad en Europa,
en un brote localizado en el nordeste de Italia causado por el mosquito
Ae. albopictus, en el que se registraron 197 casos. Y hace solo un par
de semanas, el pasado 21 de octubre, se confirmaron cuatro casos de
infección autóctona en Montpellier (Francia).
Casos en 40 países
Tanto este vector como el Ae. aegypti son los
mosquitos que se han visto implicados en grandes brotes de fiebre
chikungunya. No obstante, mientras que el Ae. aegypti está confinado a
las zonas tropicales y subtropicales, el Ae. albopictus también está
presente en regiones templadas e incluso templadas-frías, lo que hace
que en los últimos decenios haya salido de Asia para establecerse en
algunas zonas de África, Europa y América. Hasta el momento se han
detectado ya casos en casi 40 países.