Dos drones propiedad de una empresa portuguesa participaron ayer en la décima jornada de búsqueda de João Marinho, montañero luso desaparecido en los Picos de Europa, que concluyó sin éxito. La presencia de aviones no tripulados en el parque nacional de los Picos de Europa no es nueva. Ya se utilizaron para actividades como el seguimiento de eventos deportivos. Sin embargo, es la primera vez que se usan para buscar a una persona desaparecida, según fuentes de la Guardia Civil.
Ayer, un miembro del GREIM acompañó desde Pandecarmen al especialista portugués Helder Madail y a un sobrino del desaparecido hasta la zona de Vegarredonda. Fueron más de tres horas de caminata inútiles, pues las condiciones meteorológicas impidieron a los drones volar dado que sus equipos electrónicos son extremadamente sensibles a la lluvia. Hoy no volarán. Cuando sí lo hicieron fue el martes, fecha en que Madail se desplazó por libre hasta la zona. Su empresa Emergency Drones, con sede en Oporto y especializada en emergencias médicas, búsqueda de personas o lucha contra los incendios, se ofreció a colaborar. "Uno de los socios conoció a João en mi boda y me llamó para ofrecerme su ayuda", explicó Sandra Dantas, cuñada del desaparecido.
Al dron de mayor tamaño, de unos 80 centímetros de diámetro y valorado en 20.000 euros, se le acopla un trípode con una cámara encima. El equipo eléctrico envía señal a la cámara y ésta a su vez a una pantalla que tiene el piloto. "Es una herramienta útil, porque llega a donde los humanos no son capaces", explicó Madail. "El problema es que hay mucha nieve y cuesta llegar al punto de búsqueda cargando cuatro baterías en un saco que pesa unos 20 kilos", lamentó. El especialista aseguró que no trabajará más en la zona. "Es una situación extrema" que requiere "una intervención más unida", dijo, y destacó la labor realizada por el GREIM: "Son héroes que se juegan a diario la vida". La Guardia Civil valoró en su día la posibilidad de adquirir drones, porque "es más barato que poner a funcionar el helicóptero". En el dispositivo de ayer intervinieron 18 especialistas de la Guardia Civil de Cangas de Onís, Mieres, León y Cantabria, dos voluntarios y 10 componentes de la Guardia Nacional Republicana portuguesa (5 montañeros y 5 guías caninos). Éstos últimos recorrieron parte de la Canal de Mesones. Dadas las "remotas" posibilidades de encontrar con vida al montañero, hoy será su última jornada de trabajo.
