El accidente ocurrió en la carretera Interestatal 40 de Tennessee a la altura del condado de Jefferson.
Los hospitales de la zona certificaron que 6 de los fallecidos viajaban en el autobús, uno en el tráiler y otro pasajero en un todoterreno. El aparatoso accidente provocó un incendio y grandes columnas de humo que obligaron a detener el tráfico en la zona.
Una veintena de ambulancias y cinco helicópteros se desplazaron a la zona del accidente.
En el autobús viajaban feligreses de la iglesia bautista de Front Street, de Statesville (Carolina del Norte), cuyas edades superaban en su mayoría los 55 años.