Cerca de 200 casas han sido arrasadas por el fuego en Nueva Gales del
Sur, en Australia, donde los bomberos declararon hoy la alerta en más
zonas de ese estado, en el este del país, a causa de los incendios
forestales, los peores en una década.
Las autoridades confirmaron que las llamas destruyeron 192 viviendas
en Springwood y Winmalee, en la zona de las Montañas Azules, al oeste de
Sídney, y dañaron otras 109.
El Servicio de Incendios Rurales alertó de que los daños podrían
aumentar en las próximas horas con varias decenas de casas más amenazas
en Lithgow y Springwood, donde por la mañana fue declarado la máximo
nivel de alerta.
En Springwood los 24 pacientes y 17 trabajadores del hospital local fueron evacuados a otro centro sanitario por precaución.
Las autoridades recomendaron a los vecinos al este de Mountain Lagoon
que evacuaran la zona mientras que a los de Dargan y Bell les instaron a
buscar refugio en sus casas al ser demasiado tarde para huir al
encontrarse numerosas carreteras cortadas por el fuego.
"Estos incendios no están en absoluto bajo control (...) Hay un
frente de kilómetros y kilómetros", alertó el vice-comisionado del
Servicio de Incendios Rurales, Rob Rogers.
Unos 83 focos siguen activos, 19 de ellos fuera de control, que
afectan un perímetro de casi 400 kilómetros en este estado donde el
jueves murió un hombre de 63 años cuando combatía el fuego cerca de su
casa en Lake Munmorah, a 124 kilómetros al norte de Sídney.
Rogers advirtió de que la situación puede agravarse en las próximas
horas ante un aumento de las temperaturas y unas condiciones
meteorológicas que no mejorarán hasta el martes, cuando se prevén
algunas lluvias en la zona afectada.
Mientras, el departamento de Defensa investiga si alguno de estos
incendios fue provocado por el uso de explosivos en unos ejercicios
militares en Marrangaroo el pasado miércoles.
Un portavoz del Servicio de Incendios Rurales dijo a los medios
locales que el día en que se realizaron esos ejercicios no había ninguna
prohibición de hacer fuego.
La actual crisis se compara a los incendios denominados "Navidad
Negra", que comenzaron el 25 de diciembre de 2001, duraron unas tres
semanas y arrasaron unos 3.000 kilómetros cuadrados de terrenos en Nueva
Gales del Sur, además de unas 121 viviendas.