Seis mil personas fueron evacuadas de un área entre las avenidas Patria,
Cruz del Sur y Tapalpa. Tras varias horas de tensión, pudieron volver.
Una llama lo desató. Poco antes de las ocho de la mañana, un
reporte telefónico alertó a las autoridades, pues daba cuenta de una
flama que salía del subsuelo; de una caja subterránea de drenaje, cuya
evidencia fotográfica viajó veloz por las redes sociales.
En
hora y media, las calles ubicadas en las inmediaciones de la Avenida
Cruz del Sur, entre Sierra de Tapalpa y la Avenida Patria, fueron
desalojadas. Protección Civil corroboró el riesgo de la llama del reporte y seis mil personas de seis colonias de Zapopan fueron desalojadas en sólo hora y media.
La movilización atravesó por trabas: padres
de familia que recogieron a sus hijos de la escuela, y querían salir de
inmediato de la zona, tuvieron serias complicaciones para avanzar en
automóvil. El reporte de riesgo de explosividad llegó a los medios de comunicación y el episodio cobró una dimensión aún mayor.
Hacia
el mediodía, cuando el operativo estaba reforzado con personal del
Ejército Mexicano, pocos eran quienes caminaban por el punto asegurado. Acaso dos o tres decenas de las seis mil personas desalojadas permanecieron en las proximidades.
Y
aunque atender el riesgo era prioridad, tanto el secretario de
Gobierno, Arturo Zamora, como el alcalde de Zapopan, Héctor Robles,
dejaron claro que darán seguimiento al caso, de tal forma que se
investigue y sancione a los responsables. Más de 350 elementos, incluso
de ayuntamientos como Tlaquepaque y Tlajomulco, se sumaron al operativo.
El
ducto dañado es propiedad de la empresa MaxiGas, que ya en 2009 había
atendido un reporte de fuga similar, en Loma Dorada, Tonalá. Los
vehículos con logos de esa firma circulaban por la zona acordonada, pero
sus tripulantes no quisieron hablar.
Tras confirmarse que el
cierre de válvulas de abasto y las labores de limpieza con “agua
jabonosa” lograron reducir el parámetro de explosividad a cero a eso de
las 16:00 horas, se buscó al gerente de relaciones externas de MaxiGas,
Manuel Garibay, pero éste respondió que “no estaba autorizado” para dar
declaraciones.
Sólo aclaró que los trabajadores de la empresa
estuvieron codo a codo con las autoridades (lo que nunca fue puesto en
duda por parte de los funcionarios) y que el ducto dañado tiene
solamente tres años.