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martes, 10 de junio de 2014

ALERTA EN SANTA FE SUR DE BRASIL POR CRECIDA DE RIOS

Una crecida nunca antes registrada del río Iguazú, que elevó su cauce habitual de 1.500 metros cúbicos por segundo (m3/s) a más de 45.000, obligó a cerrar la totalidad de los circuitos turísticos de las cataratas, informó ayer la Administración de Parques Nacionales (APN).
Las lluvias en toda la cuenca del Iguazú, mayormente del lado brasilero, hizo que los funcionarios del Parque Nacional activaran el protocolo de seguridad y cerraran el acceso a la Garganta del Diablo, el mayor de los saltos de las cataratas.
En el marco de ese protocolo, también comenzaron las tareas de rebatimiento de las pasarelas desmontables que se extienden por más de un kilómetro sobre el río Iguazú, para evitar su destrucción por resistencia a la fuerza del agua.
Las precipitaciones acaecidas en el sur de Brasil entre el jueves y domingo pasados, en la cuenca del Iguazú, principal afluente del Paraná, provocaron en consecuencia una rápida crecida de éste.
La corriente del Paraná hará que en los próximos días localidades de Misiones y Corrientes sufran graves inundaciones, advirtió la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
El Paraná ayer aceleró notablemente su ritmo de creciente hasta en un metro por hora en Brasil, según estableció la Entidad Binacional Itaipú. Las consecuencias llegarían a Posadas, capital de Misiones, en la madrugada de hoy.
“El nivel del Paraná, en la estación hidrométrica de Puente de la Amistad, llegó a una cota de 104 metros a primera hora de la tarde y durante el resto del día se aguarda que aumente con un metro por hora y alcance la cota 108 metros”, informó Itaipú en su comunicado, en el que aclara que esa situación afectará en principio a las costas de Paraguay y Brasil, y luego descenderá hacia territorio argentino.
 Asunción. En Asunción del Paraguay, capital de ese país, ya unas 3.000 viviendas resultaron inundadas por la crecida del Paraná, y otras 7.000 familias fueron afectadas por inundaciones del río Paraguay, en los alrededores de Asunción.
Aldo Saldívar, de la secretaría de emergencia nacional, dijo ayer a los periodistas que “no sólo tenemos la obligación de ayudar a los damnificados del Paraná sino, además, a las 7.000 familias afectadas por la crecida del Paraguay”.
El comportamiento de los cursos del Iguazú y del Paraná, que con el río Uruguay rodean a Misiones, se encuentra bajo el monitoreo de la Prefectura Naval Argentina (PNA), la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y la Oficina de Prevención de Desastres Naturales de Posadas (Opad).
En los puertos de Libertad, Eldorado y Libertador San Martín, en territorio de Misiones, se verificó el aumento del nivel del Paraná, confirmó la Prefectura, cuyas consecuencias llegarían a Posadas con las primeras horas de hoy.
En ese caso, la creciente no superaría el estado de “alerta” que dispone la Prefectura para las situaciones que no afectan asentamientos poblaciones, pero sí tendría incidencia en la navegación y en la operación de la represa Yacyretá, aguas abajo en territorio de Corrientes.
La EBY (Yacyretá) advirtió que “la estimación de los caudales afluentes al embalse durante los próximos días podrán estar por encima de los verificados a mediados del año 2013”, previéndose una marca de 5,50 metros entre el miércoles y jueves.
La entidad refirió que el aumento de los niveles hidrométricos del Paraná “será rápido, principal característica de las crecientes cuyo origen es el río Iguazú”.
Las modificaciones en el comportamiento de los ríos comenzaron a evidenciarse “por las copiosas precipitaciones sobre el extremo norte de Misiones y los estados brasileños de Matto Groso, Paraná y Santa Catarina, con acumulados de 100 a 150 milímetros”, según Opad.
En el caso de las cataratas del Iguazú, desde la concesionaria del servicio recordaron que “en 1992 el río Iguazú registró una crecida histórica”: primero se incrementó el caudal de Iguazú y luego el nivel del Paraná con el aporte de aquel.