Los fuegos destruyen miles de viviendas, reducen varios pueblos a cenizas, y dejan un balance de diez muertos
Diez personas, entre ellas dos civiles, tres bomberos, dos policías y tres miembros de las brigadas forestales, perdieron la vida en Chile como consecuencia de una vasta ola de incendios desatada en seis regiones del país y que va camino de convertirse en la peor catástrofe forestal de su historia. El fuego ha consumido más de 200.000 hectáreas entre bosque, plantíos agrícolas, pastizales y viviendas. Asimismo, arrasó con 30 pequeños caseríos rurales, que es donde las llamas han cobrado mayor intensidad. Hasta ayer las autoridades tenían declarados 99 siniestros activos, muchos simultáneos.La presidenta Michelle Bachelet, que declaró al país en situación de emergencia, confirmó que algunos de los focos del centro y el sur fueron provocados de forma intencionada. La mandataria reveló que 10 individuos han sido detenidos y procesados, luego de ser sorprendidos prendiendo fuego a pastizales y bosques en diferentes puntos de las regiones del Maule y de Bio-Bio. La catástrofe abarca zonas geográficas muy alejadas entre sí, desde Coquimbo por al norte hasta La Araucanía en el sur. El mayor peligro se concentra en la región de O’Higgins, donde se dispuso la evacuación de tres pueblos.
La situación se hizo dramática la noche del miércoles, cuando el fuego arrasó 1.000 viviendas en Santa Olga, en el sur de Chile, dejando a la mayor parte del pueblo reducido a cenizas. «Apenas había logrado rescatar algunas cositas cuando las llamas alcanzaron el dormitorio y en segundos el resto de la casa ardía como la yesca», dijo Ramón Villalba, uno de los 8.000 damnificados de esta localidad, cercana a la ciudad de Talca.
Poco antes de que el fuego se propagara a Santa Olga, uno de los vecinos divisó a tres individuos que merodeaban por un bosque cercano en actitud sospechosa. «Uno de los sujetos llevaba una capucha negra. Otro estaba reclinado junto a un matorral. Tan pronto se percataron de que estaba allí, se dieron a la fuga».
Un oficial de los carabineros, la policía del país, confió a la Voz que las investigaciones abiertas se concentran en ciertos grupos de anarquistas y en organizaciones radicales de los mapuches (la etnia originaria de Chile) que reclaman autonomía jurisdiccional. «Nadie me saca de la cabeza que no nos estamos quemando, sino que nos están quemando. Se lo dije a la presidenta, necesitamos una especie de estado de sitio o lo que sea necesario», sostuvo el alcalde de la ciudad sureña de Constitución, uno de los más afectados.