Las nevadas complican la circulación en siete vías desde primera hora y Astún no ha podido abrir sus puertas.
El temporal de nieve y viento que está afectando desde este viernes a la Península se está dejando notar, y con fuerza, en la provincia de Huesca, con complicaciones en siete carretera de la red principal y secundaria que suman más de 70 kilómetros, y condicionando la apertura de las estaciones de esquí del Pirineo.Desde primera hora de la mañana son necesarias las cadenas en la N-330 b (Candanchú) y N-330a (Canfranc), además de la A-176 (Ansó), la A-2606 (acceso al balneario de Panticosa), la A-136 (de Biescas a Portalet), la A-139 (acceso a los Llanos del Hospital Benasque) y la A-138 (de Bielsa hasta la frontera francesa).
Además, las fuertes rachas de viento han impedido a varias estaciones abrir todo su dominio esquiable. Así por ejemplo, Astún no ha podido abrir sus puertas y Candanchú solo tiene disponible la zona de seguridad. Formigal también había anunciado en un principio que las adversas condiciones meteorológicas le iban a impedir abrir, pero finalmente lo ha podido hacer poniendo en servicio las zonas de Izas-Sarrios y Sextas-Tres Hombres, que se suman a los 11 km esquiables del sector Panticosa. Mientras, Cerler se está salvando con 44 kilómetros en funcionamiento.
Cabe recordar que la Aemet tiene activado para este viernes avisos por vientos de hasta 100 kilómetros por hora en el Pirineo, por nevadas que podrían dejar hasta 15 centímetros especialmente en la zona más occidental y por temperaturas mínimas que podrían llegar hasta los 6 bajo cero.