El carballés Jesús Pérez fue localizado entre las rocas de Lourido por un buzo
El cuerpo de Jesús Pérez García, el percebeiro que
fue arrastrado por el mar en la tarde el pasado lunes, fue encontrado
alrededor de las diez y media de la mañana de ayer. Estaba entre unas
rocas en la ensenada de Lourido, en la parroquia arteixá de Sorrizo, a
solo un par de metros del lugar donde había desaparecido, según
explicara a los participantes en el dispositivo de búsqueda el primo del
percebeiro. Ambos llevaban más de una hora faenando en esta zona cuando
se produjo el siniestro.
En las primeras horas de la búsqueda del
desaparecido, su consternado compañero detallaba a su tío, y padre de
Jesús Pérez, los intentos que hizo para tratar de agarrarlo. Evocaba
como incluso, en un momento le indicó que le acercara la mochila que
llevaba Jesús para que pudiera agarrarla y así evitar que se hundiera.
Pero «el agua chupaba y chupaba, no había forma, no había forma...»,
repetía, una y otra vez. Y es que en la zona hay una profundidad de unos
ocho metros, apuntaban conocedores de la misma.
En un momento de la búsqueda del pasado lunes, el
superviviente pidió a los responsables de la misma que trataran de
recuperar la mochila que seguía flotando en la zona, llevada por las
olas de un lado a otro. Dicha búsqueda la llevaban a cabo el helicóptero
Helimer, la embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Mirfack, y la
Rio Jallas de la Guardia Civil. Fue la Salvamar la que subió a bordo la
mochila, tras engancharla en un lugar muy cercano a donde aparecía el
cadáver del percebeiro nacido en Santiago en 1986 y residente en
Carballo.
En la mañana de ayer se reanudó la búsqueda con el
mar mucho más en calma que el día anterior, según indicaban desde el
Servicio de Emergencias de Arteixo. Una vez localizado el cadáver por
Daniel Sánchez, policía local de Arteixo que es buzo a pulmón, fueron
efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la
Guardia Civil los que recuperaron el cuerpo. Posteriormente, sería
trasladado al muelle de Oza, en el puerto coruñés, y de allí al Hospital
A Coruña para hacerle la autopsia.
En la mañana de ayer, la vivienda de la familia del fallecido, situada en Carballo, permanecía cerrada.