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El temporal, que se marchará el martes, hunde los termómetros y deja la primera nevada
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En lo que va de domingo no se han registrado incidencias relevantes y las olas han superado los seis metros
El invierno pasajero previsto para este fin de semana cumplió ayer
las expectativas. La masa de aire polar que ha desplazado al viento Sur y
que dominará la región hasta el martes ha traído consigo temperaturas
invernales, lluvias copiosas, fuertes rachas de viento y la primera
nevada de la temporada.
En cuanto a las incidencias registradas en las últimas horas como
consecuencia de este adelanto del invierno, fuentes de la Guardia Civil
de Tráfico y de los Bomberos de Santander han informado que durante la
pasada noche y en las primeras horas de la mañana de este domingo no se
han registrado grandes problemas.
La Benemérita ha señalado que, a pesar de que ha habido "mucho agua y
granizo" sólo se ha registrado un accidente y sin relevancia, en el que
ha habido únicamente daños de "chapa" y el 112 informa en su perfil de
Twitter de una salida de vía a las 9.30 hroas en la A-8, a la altura de
Hazas de Cesto, en sentido Bilbao.
Por su parte, los Bomberos de Santander han tenido muchas salidas
rutinarias y algunas motivadas por el viento pero sin importancia
Sobre la nieve, como se esperaba, ayer empezó a caer en las cotas más altas, aunque hoy irá bajando.
En Alto Campoo cayeron más de tres centímetros y los responsables de
la estación de esquí confían en llegar este fin de semana al medio metro
de nieve, lo que quizá permita abrir algunas pistas para el próximo fin
de semana. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha extendido la
alerta amarilla por nevadas hasta mañana, lunes, ya que espera
acumulaciones de hasta 15 centímetros de nieve en Liébana, de hasta diez
centímetros en Cantabria del Ebro y de cuatro en la zona centro y el
Valle de Villaverde. En todos los casos se espera que la cota de nieve
baje hasta los 800-900 metros sobre el nivel del mar.
Este domingo, la nieve caída obliga a utilizar cadenas o neumáticos
de invierno en dos puertos de montaña de la red autonómica, los de
Lunada (CA-643) y Palombera (CA-280), y en la CA-183
(Reinosa-Brañavieja), tal y como informa la Dirección General de Tráfico
(DGT). Esta situación ha obligado a prohibir el paso de autouses,
camiones y vehículos articulados en estas carreteras.
Los termómetros se hunden
El principal efecto del frente polar fue un brusco descenso de las
temperaturas. En San Vicente de la Barquera, por ejemplo, los últimos
coletazos de viento Sur dejaron temperaturas de más de 22 grados a la
una de la madrugada, pero doce horas más tarde, los termómetros no
superaban los 10 grados en el pueblo costero. La mínima regional se
alcanzó en Camaleño (0,1 grados a las cuatro de la tarde), donde un
manto de nieve cubrió el circo de Fuente Dé y el viento obligó a cerrar
el teleférico. El frío fue generalizado en toda la región, con mínimas
por debajo de diez grados en todas las estaciones de la Agencia Estatal
de Meteorología.
La lluvia fue persistente durante toda la jornada y cayó en algún
momento u otro en todos los rincones de Cantabria. Fue especialmente
notable en San Felices de Buelna, donde se recogieron a lo largo del día
más de 80 litros por metro cuadrado, máxima nacional con amplia
diferencia. Las siguientes dos localidades con más lluvia del país
también eran cántabras: Ramales de la Victoria (57,6) y Los Tojos
(54,2).
Un fuerte viento arreció en toda la región, aunque fue especialmente
virulento en la costa. En la estación de Tresviso se registraron de
madrugada rachas de hasta 99 km/h. Pero la velocidad máxima –no la
racha– más alta de Cantabria se alcanzó en Santander, con 64 km/h,
suficiente para entrar en el ‘top ten’ nacional.
La ventisca provocó algún incidente aislado, derribando un árbol en la
Avenida del Faro (Santander), justo a la entrada del campo de golf de
Mataleñas. La caída provocó daños en un par de coches que estaban
aparcados y los bomberos de Santander tuvieron que cortar el tronco con
una motosierra para sacarlo de la carretera. El servicio de emergencias
municipal también recibió un aviso de un vecino de la Bajada de Polio
que alertaba de una plancha metálica suelta en una obra, pero los
operarios que estaban trabajando allí lo habían solucionado ya cuando
llegaron los bomberos.
Olas de más de seis metros
A las 7.00 horas de la mañana de este comingo Cantabrria ha dejado de
estar en alerta amarilla por fenómenos costeros, pero durane la noche y
a primeras horas de hoy se han registrado olas de más de seis metros.
Así lo indican los datos recogidos por las tres boyas que miden el
oleaje en Cantabria, dos de la Red de Vigilancia Integral de las Aguas
(Vigía) de Cantabria ubicadas frente a Santoña y en la Virgen del Mar
(Santander) y la 'Augusto González Linares', que el Instituto Español de
Oceanografía (IEO) tiene colocada a 22 millas al norte de Cabo Mayor.
Las mayores alturas en lo que va de domingo se han registrado entre
la medianoche y la una de la madrugada en Santoña, con 6,48 metros, y la
Virgen del Mar, con 6,10 metros. Pero, por lo general, no se han
superado los seis metros y las olas han rondado los 5,5 o los 5,7
metros.
Por otra parte, la boya 'Augusto González Linares' ha registrado su
máximo en los 5,16 metros, contabilizados sobre la una de la madrugada
del domingo. El resto han sido inferiores y oscilan entre los 4,5 y 5
metros aproximadamente.
Este dato de la 'Augusto González Linares' es el máximo registrado de
altura significante del oleaje, que es la media aritmética del tercio
de olas más altas registradas en el muestreo realizado a esa hora.
Esto es diferente al parámetro usado en los datos aportados de las
boyas de la Red Vigía que no es una media, sino la altura de ola máxima,
que es el valor de la ola más alta del registro.
Ayer, sábado, el valor más alto lo registró la boya ubicada frente a
la Virgen del Mar, con una altura máxima de ola contabilizada durante la
jornada de 7,33 metros, registrada a las 17.00 horas por esta boya, que
durante la jornada, sobre todo durante la tarde, contabilizó en varios
momentos olas que superaban ampliamente los 6 metros.
En cambio, las carreteras cántabras no han registrado hasta el mediodía
ninguna incidencia por causa de la meteorología ni se ha contabilizado
ningún accidente reseñable por este motivo. Según las páginas web de la
Dirección General de Tráfico (DGT) y de Carreteras de Cantabria ningún
vial en la región, tanto autovías, como nacionales y autonómicas, se
encuentra cerrado o con dificultades de circulación a causa de la
meteorología.
Dispositivo antinieve
El Gobierno de Cantabria tiene en marcha este fin de semana un
dispositivo extraordinario de vialidad invernal para combatir los
fenómenos meteorológicos adversos. La Consejería de Obras Públicas ha
dispuesto 61 operarios que cuentan para su trabajo con 44 máquinas y
1.110 toneladas de sal –este año hay dos nuevas maquinas quitanieves
dinámicas–. En Reinosa hay 18 máquinas y 25 operarios; en Potes, Cabezón
de la Sal y Puentenansa, 13 máquinas y 21 operarios; en la zona de
Santander, seis máquinas y ocho operarios; y en la zona oriental, siete
máquinas y siete operarios.
El operativo más importante está en la zona de Reinosa, donde cuentan
con seis camiones-cuña equipados con extendedor de fundentes, cinco
máquinas quitanieves dinámicas (turbo-fresa), tres vehículos
todoterreno, dos tractores-cuña para el área de Valderredible y dos
tractores-cuña para la zona de Arenas de Iguña.
Tras la nevada histórica del invierno pasado que provocó el colapso
de la Autovía de la Meseta (A-67) a la altura de Pozazal, la Delegación
del Gobierno en Cantabria también se ha preparado para prevenir
incidentes similares. Se están instalando cámaras de vigilancia para
conocer el estado de la carretera en tiempo real en el tramo más crítico
de la A-67, entre Aguilar y Reinosa. Además, alrededor de 130 personas
formarán el operativo de vialidad invernal en Cantabria para
contrarrestar los efectos del mal tiempo en las autovías y carreteras
nacionales de la provincia.
Los cántabros entrenaron ayer de cara a los próximos meses y
combatieron como pudieron la incómoda combinación de frío, viento y
lluvia. Hoy bajarán aún más las temperaturas y el invierno pasajero se
recrudecerá un poco antes de que mañana, lunes, la región empiece a
sacudirse de encima el frente polar y vuelva a disfrutar de los
agradables días de otoño. El invierno de verdad está por llegar.