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domingo, 22 de noviembre de 2015

TEMPORAL OBLIGA EL USO DE CADENAS EN LUNADA, PALOMBERA Y BRAÑAVIEJA

  • El temporal, que se marchará el martes, hunde los termómetros y deja la primera nevada

  • En lo que va de domingo no se han registrado incidencias relevantes y las olas han superado los seis metros

El invierno pasajero previsto para este fin de semana cumplió ayer las expectativas. La masa de aire polar que ha desplazado al viento Sur y que dominará la región hasta el martes ha traído consigo temperaturas invernales, lluvias copiosas, fuertes rachas de viento y la primera nevada de la temporada.
En cuanto a las incidencias registradas en las últimas horas como consecuencia de este adelanto del invierno, fuentes de la Guardia Civil de Tráfico y de los Bomberos de Santander han informado que durante la pasada noche y en las primeras horas de la mañana de este domingo no se han registrado grandes problemas.
La Benemérita ha señalado que, a pesar de que ha habido "mucho agua y granizo" sólo se ha registrado un accidente y sin relevancia, en el que ha habido únicamente daños de "chapa" y el 112 informa en su perfil de Twitter de una salida de vía a las 9.30 hroas en la A-8, a la altura de Hazas de Cesto, en sentido Bilbao.
Por su parte, los Bomberos de Santander han tenido muchas salidas rutinarias y algunas motivadas por el viento pero sin importancia
Sobre la nieve, como se esperaba, ayer empezó a caer en las cotas más altas, aunque hoy irá bajando.
En Alto Campoo cayeron más de tres centímetros y los responsables de la estación de esquí confían en llegar este fin de semana al medio metro de nieve, lo que quizá permita abrir algunas pistas para el próximo fin de semana. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha extendido la alerta amarilla por nevadas hasta mañana, lunes, ya que espera acumulaciones de hasta 15 centímetros de nieve en Liébana, de hasta diez centímetros en Cantabria del Ebro y de cuatro en la zona centro y el Valle de Villaverde. En todos los casos se espera que la cota de nieve baje hasta los 800-900 metros sobre el nivel del mar.
Este domingo, la nieve caída obliga a utilizar cadenas o neumáticos de invierno en dos puertos de montaña de la red autonómica, los de Lunada (CA-643) y Palombera (CA-280), y en la CA-183 (Reinosa-Brañavieja), tal y como informa la Dirección General de Tráfico (DGT). Esta situación ha obligado a prohibir el paso de autouses, camiones y vehículos articulados en estas carreteras.
Los termómetros se hunden
El principal efecto del frente polar fue un brusco descenso de las temperaturas. En San Vicente de la Barquera, por ejemplo, los últimos coletazos de viento Sur dejaron temperaturas de más de 22 grados a la una de la madrugada, pero doce horas más tarde, los termómetros no superaban los 10 grados en el pueblo costero. La mínima regional se alcanzó en Camaleño (0,1 grados a las cuatro de la tarde), donde un manto de nieve cubrió el circo de Fuente Dé y el viento obligó a cerrar el teleférico. El frío fue generalizado en toda la región, con mínimas por debajo de diez grados en todas las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología.
La lluvia fue persistente durante toda la jornada y cayó en algún momento u otro en todos los rincones de Cantabria. Fue especialmente notable en San Felices de Buelna, donde se recogieron a lo largo del día más de 80 litros por metro cuadrado, máxima nacional con amplia diferencia. Las siguientes dos localidades con más lluvia del país también eran cántabras: Ramales de la Victoria (57,6) y Los Tojos (54,2).
Un fuerte viento arreció en toda la región, aunque fue especialmente virulento en la costa. En la estación de Tresviso se registraron de madrugada rachas de hasta 99 km/h. Pero la velocidad máxima –no la racha– más alta de Cantabria se alcanzó en Santander, con 64 km/h, suficiente para entrar en el ‘top ten’ nacional.
 La ventisca provocó algún incidente aislado, derribando un árbol en la Avenida del Faro (Santander), justo a la entrada del campo de golf de Mataleñas. La caída provocó daños en un par de coches que estaban aparcados y los bomberos de Santander tuvieron que cortar el tronco con una motosierra para sacarlo de la carretera. El servicio de emergencias municipal también recibió un aviso de un vecino de la Bajada de Polio que alertaba de una plancha metálica suelta en una obra, pero los operarios que estaban trabajando allí lo habían solucionado ya cuando llegaron los bomberos.
 Olas de más de seis metros
A las 7.00 horas de la mañana de este comingo Cantabrria ha dejado de estar en alerta amarilla por fenómenos costeros, pero durane la noche y a primeras horas de hoy se han registrado olas de más de seis metros. Así lo indican los datos recogidos por las tres boyas que miden el oleaje en Cantabria, dos de la Red de Vigilancia Integral de las Aguas (Vigía) de Cantabria ubicadas frente a Santoña y en la Virgen del Mar (Santander) y la 'Augusto González Linares', que el Instituto Español de Oceanografía (IEO) tiene colocada a 22 millas al norte de Cabo Mayor.
Las mayores alturas en lo que va de domingo se han registrado entre la medianoche y la una de la madrugada en Santoña, con 6,48 metros, y la Virgen del Mar, con 6,10 metros. Pero, por lo general, no se han superado los seis metros y las olas han rondado los 5,5 o los 5,7 metros.
Por otra parte, la boya 'Augusto González Linares' ha registrado su máximo en los 5,16 metros, contabilizados sobre la una de la madrugada del domingo. El resto han sido inferiores y oscilan entre los 4,5 y 5 metros aproximadamente.
Este dato de la 'Augusto González Linares' es el máximo registrado de altura significante del oleaje, que es la media aritmética del tercio de olas más altas registradas en el muestreo realizado a esa hora.
Esto es diferente al parámetro usado en los datos aportados de las boyas de la Red Vigía que no es una media, sino la altura de ola máxima, que es el valor de la ola más alta del registro.
Ayer, sábado, el valor más alto lo registró la boya ubicada frente a la Virgen del Mar, con una altura máxima de ola contabilizada durante la jornada de 7,33 metros, registrada a las 17.00 horas por esta boya, que durante la jornada, sobre todo durante la tarde, contabilizó en varios momentos olas que superaban ampliamente los 6 metros.
 En cambio, las carreteras cántabras no han registrado hasta el mediodía ninguna incidencia por causa de la meteorología ni se ha contabilizado ningún accidente reseñable por este motivo. Según las páginas web de la Dirección General de Tráfico (DGT) y de Carreteras de Cantabria ningún vial en la región, tanto autovías, como nacionales y autonómicas, se encuentra cerrado o con dificultades de circulación a causa de la meteorología.
Dispositivo antinieve
El Gobierno de Cantabria tiene en marcha este fin de semana un dispositivo extraordinario de vialidad invernal para combatir los fenómenos meteorológicos adversos. La Consejería de Obras Públicas ha dispuesto 61 operarios que cuentan para su trabajo con 44 máquinas y 1.110 toneladas de sal –este año hay dos nuevas maquinas quitanieves dinámicas–. En Reinosa hay 18 máquinas y 25 operarios; en Potes, Cabezón de la Sal y Puentenansa, 13 máquinas y 21 operarios; en la zona de Santander, seis máquinas y ocho operarios; y en la zona oriental, siete máquinas y siete operarios.
El operativo más importante está en la zona de Reinosa, donde cuentan con seis camiones-cuña equipados con extendedor de fundentes, cinco máquinas quitanieves dinámicas (turbo-fresa), tres vehículos todoterreno, dos tractores-cuña para el área de Valderredible y dos tractores-cuña para la zona de Arenas de Iguña.
Tras la nevada histórica del invierno pasado que provocó el colapso de la Autovía de la Meseta (A-67) a la altura de Pozazal, la Delegación del Gobierno en Cantabria también se ha preparado para prevenir incidentes similares. Se están instalando cámaras de vigilancia para conocer el estado de la carretera en tiempo real en el tramo más crítico de la A-67, entre Aguilar y Reinosa. Además, alrededor de 130 personas formarán el operativo de vialidad invernal en Cantabria para contrarrestar los efectos del mal tiempo en las autovías y carreteras nacionales de la provincia.
Los cántabros entrenaron ayer de cara a los próximos meses y combatieron como pudieron la incómoda combinación de frío, viento y lluvia. Hoy bajarán aún más las temperaturas y el invierno pasajero se recrudecerá un poco antes de que mañana, lunes, la región empiece a sacudirse de encima el frente polar y vuelva a disfrutar de los agradables días de otoño. El invierno de verdad está por llegar.