El fuerte oleaje que siempre hay en la zona donde cayó al agua ha impedido a los buceadores comenzar sus trabajos
Los servicios de emergencia siguen buscando al pescador de 35 años que desapareció hace seis días en los acantilados de Miengo. Durante los primeros días de búsqueda, la mar de fondo impidió la intervención de buceadores para buscar al joven de Polanco que cayó al mar en la madrugada del pasado viernes. El lunes, por fin, la mar permitió que entraran en el agua los hombres rana de la Cruz Roja y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Gijón, que desde entonces han rastreado los alrededores de Punta Robayera en busca del pescador desaparecido.Ayer miércoles mismo los buzos consiguieron inspeccionar una cueva subacuática que está justo debajo del saliente desde el que pescaba la víctima. Se trata de una zona con tanto oleaje que tuvieron que deshacerse del equipo de buceo para ganar movilidad, de manera que no tuvieron más opción que bajar a pulmón hasta la cueva. A pesar del riesgo que corrieron no consiguieron poner fin al comprensible dolor de una familia que sigue acudiendo cada día a los acantilados a la espera de que encuentren al joven.
Los buzos de Cruz Roja y Guardia Civil seguirán hoy la búsqueda, pero serán los únicos. Los helicópteros y las lanchas que se ocuparon de rastrear la costa durante los primeros días ya no participan en el rescate.