- Las autoridades mantienen la advertencia de que existe "una amenaza inminente" para la seguridad pública.
- El fuego se declaró el martes por la mañana y se extendió con mucha facilidad por el terreno escarpado y los matorrales del lugar.
- "Se alineó todo. El viento, el combustible y la topografía. Cuando eso sucede no hay nada que puedas hacer.
El fuerte
incendio que se declaró este martes en EEUU en un área montañosa del condado de
San Bernardino, a 115 kilómetros al noreste de Los Ángeles, continúa fuera de
control y creciendo a gran velocidad tras arrasar más de 12.000 hectáreas y
provocar la evacuación de 82.600 personas.
Según los
últimos datos ofrecidos por los servicios de emergencia a través del portal
oficial InciWeb, el fuego, cuyo foco se sitúa en el Puerto de Cajón, ha
motivado el desalojo temporal de al menos 34.500 viviendas y el cierre de
numerosas escuelas.
La intensidad y el rápido crecimiento del fuego, denominado "Blue Cut
Fire", mantiene clausurados varios tramos de las rutas de transporte más
importantes de la zona afectada, entre ellas, la autopista 138 y la
interestatal 15, que conecta el sur de California con Las Vegas. El jefe del
Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Daniel
Berlant, indicó a través de Twitter: "Hay una amenaza inminente para la
seguridad pública, el tráfico ferroviario y para las estructuras",
señalaron las autoridades de emergencia en el portal oficial InciWeb. "Por
favor, sigan las instrucciones de evacuación puesto que este es un incendio
incontrolado de muy rápido crecimiento", añadieron.
"Todo" en contra El condado de San Bernardino (California) permanece en estado de emergencia y las autoridades admitieron que no es posible conocer todavía el número de estructuras y edificios que han sido destruidos por las llamas. Más de 1.300 efectivos trabajan en las labores de extinción de las llamas, que cuentan además con la asistencia de diez aviones cisterna y ocho helicópteros. Las autoridades mostraron además su preocupación porque el calor, el viento y la baja humedad, unidos a la severa sequía que desde hace años sufre California, entorpezcan las labores de los bomberos. El fuego se declaró el martes por la mañana y se extendió con mucha facilidad por el terreno escarpado y los matorrales del lugar. "Se alineó todo. El viento, el combustible y la topografía (...). Cuando eso sucede no hay nada que puedas hacer. Podrías usar todos los recursos de lucha antiincendio del mundo y el fuego continuaría", apuntó el capitán Howard Deets en respuesta al diario "Los Ángeles Times".
"Da miedo cuando no tienes nada que separe a las llamas de ti y de tu casa, que es tu vida", dijo, por su parte, la residente en la zona Caroline McNaught a la radio pública NPR. Seis bomberos se encontraron acorralados por las llamas en el área del cañón de Swarthout y, aunque finalmente lograron refugiarse del fuego, dos de ellos resultaron heridos leves. El fuego sorprendió también a los turistas que se encontraban en el área, como los españoles Josep Barberillo y Rosa Cañizares, que volvían del desierto de Mojave y que, en declaraciones a Los Ángeles Times, contaron que tuvieron que refugiarse en un centro de acogida de la ciudad de Hesperia. Las autoridades mantienen la advertencia de que existe "una amenaza inminente" para la seguridad pública, el tráfico ferroviario y las estructuras en el Puerto de Cajón, el arroyo Lytle, Wrightwood, Oak Hills y las zonas de alrededor. El "Blue Cut Fire" se suma a una racha muy negativa de fuegos en diferentes partes de California a lo largo del año que han acabado con la vida de ocho personas y han destruido cientos de casas, informó este martes Los Ángeles Times. No obstante, el diario advirtió, citando a las autoridades, que lo peor podría estar por venir ya que la temporada habitual de incendios en el sur de California no suele comenzar hasta el otoño, cuando llegan los fuertes y cálidos vientos de Santa Ana. El jefe del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Daniel Berlant, indicó a través de Twitter que, en estos momentos, hay alrededor de 10.000 bomberos trabajando en los ocho incendios que hay activos en todo el estado.
"Todo" en contra El condado de San Bernardino (California) permanece en estado de emergencia y las autoridades admitieron que no es posible conocer todavía el número de estructuras y edificios que han sido destruidos por las llamas. Más de 1.300 efectivos trabajan en las labores de extinción de las llamas, que cuentan además con la asistencia de diez aviones cisterna y ocho helicópteros. Las autoridades mostraron además su preocupación porque el calor, el viento y la baja humedad, unidos a la severa sequía que desde hace años sufre California, entorpezcan las labores de los bomberos. El fuego se declaró el martes por la mañana y se extendió con mucha facilidad por el terreno escarpado y los matorrales del lugar. "Se alineó todo. El viento, el combustible y la topografía (...). Cuando eso sucede no hay nada que puedas hacer. Podrías usar todos los recursos de lucha antiincendio del mundo y el fuego continuaría", apuntó el capitán Howard Deets en respuesta al diario "Los Ángeles Times".
"Da miedo cuando no tienes nada que separe a las llamas de ti y de tu casa, que es tu vida", dijo, por su parte, la residente en la zona Caroline McNaught a la radio pública NPR. Seis bomberos se encontraron acorralados por las llamas en el área del cañón de Swarthout y, aunque finalmente lograron refugiarse del fuego, dos de ellos resultaron heridos leves. El fuego sorprendió también a los turistas que se encontraban en el área, como los españoles Josep Barberillo y Rosa Cañizares, que volvían del desierto de Mojave y que, en declaraciones a Los Ángeles Times, contaron que tuvieron que refugiarse en un centro de acogida de la ciudad de Hesperia. Las autoridades mantienen la advertencia de que existe "una amenaza inminente" para la seguridad pública, el tráfico ferroviario y las estructuras en el Puerto de Cajón, el arroyo Lytle, Wrightwood, Oak Hills y las zonas de alrededor. El "Blue Cut Fire" se suma a una racha muy negativa de fuegos en diferentes partes de California a lo largo del año que han acabado con la vida de ocho personas y han destruido cientos de casas, informó este martes Los Ángeles Times. No obstante, el diario advirtió, citando a las autoridades, que lo peor podría estar por venir ya que la temporada habitual de incendios en el sur de California no suele comenzar hasta el otoño, cuando llegan los fuertes y cálidos vientos de Santa Ana. El jefe del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Daniel Berlant, indicó a través de Twitter que, en estos momentos, hay alrededor de 10.000 bomberos trabajando en los ocho incendios que hay activos en todo el estado.