El
más grave, se declaró la última madrugada en Águeda, en el distrito de
Aveiro, en el que 238 efectivos entre bomberos, retenes y militares
combatían las llamas auxiliados por 75 vehículos por tierra y dos
aviones anti-incendios.
En
Arouca, también en el distrito de Aveiro y activo desde el pasado 6 de
agosto, contaba con 252 bomberos en el terreno y dos aviones pesados.
El tercero fuego en Aveiro se localizó en Estarreja, que concitó a 58 elementos en tierra.
Los
otros cinco fuegos se repartieron dos en el distrito de Guarda (próximo
a la región española Castilla y León), uno en Barcelos (distrito de
Braga), otro en Vila Nova de Cerveira (Viana do Castelo, cerca de la
región española de Galicia) y en Cinfaes (distrito de Viseu).
Los de Guarda se declararon en Gouveia, en una zona cercana a viviendas, y en Trancoso.
De
momento, no se han registrado víctimas graves por la oleada de
incendios, aunque sí ha habido destrozos en propiedades agrícolas.
Las
altas temperaturas en el Portugal continental han agravado los fuegos,
que en el domingo forzaron el cierre temporal de autopistas.
En la última noche, el distrito de Oporto accionó el Plan regional de Emergencia para aunar fuerzas contra las llamas.
El
secretario de Estado de Interior de Portugal, Jorge Gomes, afirmó este
domingo, durante su visita al Parque de Bomberos de Guarda, que el país
vive estos días "un momento crítico" debido a la oleada de incendios
forestales.
Jorge
Gomes explicó que la capacidad de respuesta por parte de los medios
terrestres y aéreos ha sido "muy buena" y aseguró que desde el Gobierno
de Portugal van a continuar "firmes" para combatir los incendios, con
10.000 hombres y mujeres que forman el operativo de lucha contra los
fuegos.
El
presidente de la Liga de los Bomberos de Portugal, Jaime Soares, que
también estuvo el domingo en Guarda, destacó a Efe que, en su opinión,
"el 75% de los incendios que se declaran en Portugal son intencionados".