Descienden a dos los fuegos que amenazan a núcleos de población
Son los de Porto do Son, en A Coruña, y Arbo, en Pontevedra
Brigadistas y vecinos mantienen una batalla encarnizada contra el fuego
Una mujer ha sido detenida como presunta autora de 15 incendios en A Coruña
Mientras, brigadistas y vecinos mantienen una encarnizada batalla contra las llamas, que en lo que va de año han arrasado 8.800 hectáreas. En las labores de extinción participan 7.000 efectivos, 15 aviones y otros tantos helicópteros además de 400 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME), según informa TVE.
En apenas tres días y medio, se han declarado unos 200 fuegos en Galicia, según los datos que ha ofrecido este viernes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Los trabajos se centraban este viernes a última hora en apagar 14 incendios, cuatro de ellos sin controlar aún.
Los incendios que amenazan a la población se reducen a dos
De estos últimos, los incendios que más preocupan con los de Porto do Son, en A Coruña, y Arbo, en Pontevedra. Estos dos fuegos siguen sin control y en "situación 2" por su cercanía a núcleos habitados. El de Crecente, en Pontevedra, que también estaba en esta situación ha quedado estabilizado este viernes al mediodía tras quemar 300 hectáreas.
El de Arbo es el mayor de ellos con 1.583 hectáreas afectadas en la parroquia de Mourentán. Allí, unos vecinos grabaron en vídeo cómo se prendieron varios focos en el monte de manera simultánea, lo que apunta a que fue intencionado.
Tras el de Arbo, el mayor es el de Porto do Son, que ha quemado 1.000 hectáreas de las parroquias de Junio, Caamaño y Baroña, aunque en esta última el fuego ya está extinguido.
Junto a estos dos incendios con "situación 2" continúan también activos sin control aunque sin riesgo para las poblaciones cercanas otros dos fuegos más pequeños en Pontevedra que se han originado esta misma tarde Catoira y Cotabade-Carballedo, de 20 hectáreas cada uno.
Este mismo viernes han comenzado otros dos: el del ayuntamiento ourensano de Laza, que está estabilizado tras afectar a 50 hectáreas, y el de A Laracha, en A Coruña, ya controlado tras quemar 20.
El tercer incendio más grande, el de Santiago de Compostela
Tras los de Arbo y Porto do Son, el tercer incendio más grande de esta semana es del de Santiago de Compostela (parroquia de Cierra), que ya está estabilizado pero que hasta este mismo jueves por la noche obligó a mantener activado el nivel 2 por riesgo para la población. Desde el miércoles, cuando se originó, ha quemado 800 hectáreas.
En Ourense, también está estabilizado el de Avión (parroquia de Nieva) tras quemar 345 hectáreas. En Pontevedra, ya se han dado por controlados los dos fuegos de Soutomaior (parroquias de Arcade y Soutomaior), que han quemado 400 y 230 hectáreas, respectivamente, según la última información facilitada por la Consellería do Medio Rural con la situación hasta las ocho de la tarde del viernes.
El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha hecho hincapié en la necesidad de "reforzar las labores de investigación" y ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para "la persecución incendiaria de cualquier sospechoso" que pretenda quemar "el patrimonio gallego" y poner en riesgo la vida de personas.
Feijóo asegura que desde que se inició la temporada se han producido "más de 40 detenciones" por su vinculación con incendios forestales. Una cifra, asegura, que "supera a todos los detenidos en toda España" por la misma causa.
La Guardia Civil de A Coruña ha detenido este mismo viernes a una mujer de 56 años como presunta autora de 15 incendios que desde el pasado 18 de julio han quemado 22 hectáreas del término municipal. Sin antecedentes por actividad pirómana, fue sorprendida esta mañana cuando trataba de prender otros siete focos con velas aromáticas.
Colaboración entre brigadistas y vecinos para apagar las llamas
La colaboración entre residentes y brigadistas es indispensable para sofocar las llamas. En Arbo, los gallegos viven con cubos de agua apostados en las puertas de sus casas, con tractores con cisternas recorriendo continuamente los caminos de tierra para humedecerlos a modo de cortafuegos y con mangueras que utilizan para ayudar a bomberos, profesionales y helicópteros, según informa Edith Filgueira, de la Agencia Efe.
La dolorosa, a la par que angustiosa estampa, se repite por todos los rincones del municipio de Arbo, fronterizo con Portugal, y en las zonas ya calcinadas los propietarios de las casas son los que enfrían los suelos para evitar que se reaviven los distintos focos.
Es el caso de Manuel Carrera, de la parroquia de San Xoán (Arbo), que ha explicado a Efe que se han quedado "sin agua y se ha ido la luz" y también que, por lo que conoce de la zona, estima que "un 80 por cien del municipio de Arbo está quemado", algo que respaldan las cifras otorgadas por Medio Rural.
"El suelo es dinamita ahora mismo, dinamita pura debido a cómo está el terreno, que está totalmente seco", ha añadido, y ha lamentado que vayan a pasar "décadas" hasta que el monte se repueble y vuelva a ser lo que era.
En la zona de Sande, también en la frontera con el país luso, José Luis Cerdeira subió esta mañana una ladera de más de 45 grados de inclinación cargado con calderos para apagar unos matojos que siempre, dice, empiezan a arder cuando el viento vuelve a soplar.
"Me gustaría saber quién es el mal nacido que hizo una cosa así" -ha clamado este viernes entre sollozos- "porque estuvo arruinando a las familias, arruinándonos a todos, quemando nuestras casas y quemándonos todo".