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martes, 9 de agosto de 2016

INCENDIOS DE COTOBADE Y CALDAS OBLIGAN DESALOJO DE 25 CASAS Y 10 EMPRESAS


► Los fuegos, que afectaron a más de 400 hectáreas, se iniciaron en Tenorio y Saiar e hicieron temer por la seguridad de los vecinos ► Las llamas sin controlar llegaban anoche a la parroquia de Bora, en Pontevedra

El más complicado de todos los trabajos fue el desalojo de los vecinos que, quizás por desconocimiento de la gravedad del incendio, quizás por miedo a perderlo todo, se negaban a abandonar las inmediaciones de sus hogares y de los de sus familiares y amigos. Pese a todo, su trabajo, codo a codo, con los medios de extinción, fue básico para proteger las casas.
"Los vecinos se volcaron en ayudar los unos a los otros. Lo hicieron mojando las casas con mangueras y cubos", explica Aitana Carballeira, del bar As Kovas, en Tenorio.
"Las carreteras continúan cortadas y la gente se está moviendo porque no se quieren quedar parados", añade.
La mujer confiesa que el fuego tomó un cariz demasiado grande como para que fuese fácil extinguirlo. "Por eso todo el mundo quiere ayudar, porque veían como ardían las fincas y sacaban a los animales para salvarlos. Los Bomberos no dan hecho", subraya.
En medio de ese ritmo frenético de salvamento y solidaridad, una familia se quedó atrapada en el interior de su casa por el humo, una circunstancia que también dificultó su rescate.
El incendio ha conmocionado al Concello de Cotobade, que en los últimos meses ha sido noticia por su fusión con el vecino Cerdedo y que no podía imaginar que un incendio forestal de es calibre fuese a tomar el control de la zona. Los vecinos no recuerdan uno igual desde el año 2006, cuando tuvo lugar la oleada de fuegos que había afectado a toda Galicia y en la que Cotobade fue uno de los municipios más afectados.
"La gente tiene mucha pena, están asustados. También hay un sentimiento de miedo porque el viento no ayudó en ningún momento, todo lo contrario, propició que las llamas se extendieran", se lamenta la mujer.


Casi un par de horas antes del incendio de Cotobade se prendía la llama en Caldas de Reis, a las 15.51 horas, concretamente en la parroquia de Saiar. También en esta ocasión fue decretada la medida preventiva "situación 2" por la proximidad del lugar de Castroagudín.
El incendio afectó a Caldas y Vilagarcía en el Monte Xiabre, pero sobre todo al segundo de los municipios citados. Permanecía activo al cierre de esta edición después de haber quemado más de 200 hectáreas de monte.
Y no solo eso, sino que las llamas que se creían controladas a la altura del polígono industrial habían cruzado la carretera Caldas-Vilagarcía y avanzaban hacia el campo de golf, al tiempo que en las laderas de Xiabre se apreciaban hasta siete focos diferentes.
Todo esto obligó a evacuar una decena de viviendas en Castroagudín -varias familias se negaron a abandonar las casas- y otras tantas industrias asentadas en el parque empresarial de O Pousadoiro, además de ser atendidos por los servicios médicos algunos vecinos con síntomas de intoxicación provocada por la intensa humareda.
Participaron en el control del fuego un técnico, cinco agentes, 14 brigadas, seis motobombas, dos palas, un tractor, diez helicópteros y dos aviones.