Su velero tuvo una vía de agua y el rescate se produjo a 109 millas al norte de Viveiro
El 11 de agosto, la familia de un navegante de nacionalidad británica de 70 años dio la voz de alarma porque no tenía noticias suyas desde hacía unos días. R. K. P. había partido el jueves 4 de Plymouth, en el sur de Inglaterra, en su velero, de nombre Clara, de bandera sueca, con la intención de dirigirse a Brest, en la Bretaña francesa, y desde allí a las islas Canarias. Desde entonces estaban alertados los servicios marítimos de Inglaterra, Francia, España y Portugal, e incluso se había comunicado la incidencia a los navegantes. Se desconoce en qué punto de su programada travesía de vela se encontraba el náufrago cuando ayer fue rescatado sano y salvo, pero con síntomas de agotamiento y de nerviosismo, a 109 millas al norte de Viveiro, en aguas francesas.El septuagenario había tratado de pedir auxilio a las nueve de la mañana de ayer a través de VHF, pero su comunicación era muy confusa y no se consiguió identificar el lugar en el que se encontraba ni el percance que le había ocurrido.
No obstante, a través de la estación por la que entró su aviso de que estaba en apuros se logró limitar la búsqueda entre cabo Ortegal y la zona de San Cibrao, en Lugo.
Salvamento Marítimo movilizó al helicóptero Pesca 2, que sobrevoló la ría de Viveiro sin éxito y después amplió el radio de búsqueda, mientras que por mar se sumaban al rastreo la embarcación Salvamar Alioth y la lancha de la Cruz Roja con base en el puerto de Burela.
Ya al mediodía se recibió otro aviso, procedente del yate francés Viking, de 13 metros de eslora, en el que manifestaron que le estaba prestando ayuda al tripulante del velero buscado, que había sufrido una vía de agua. El Pesca 2 salió de inmediato de Celeiro hacia la zona apuntada, que estaba situada a 107 millas al norte de Viveiro, si bien ambas embarcaciones fueron localizadas a 109 millas.
Operativo complejo
El rescate del náufrago se realizó por medio de una doble eslinga. Un
rescatador bajó al agua y se dirigió nadando hasta una lancha zódiac
que habían amarrado detrás del yate francés y después subieron al
septuagenario al Pesca 2, que aterrizó en Celeiro entorno a las 15.15 horas. Se desconoce qué fue de su yate.El hombre, que físicamente parecía encontrarse bien, aunque se veía agotado y apenas habló, fue trasladado en una ambulancia al Hospital de Burela para ser sometido a una revisión médica con el fin de comprobar su estado real de salud.
A pesar de que el rescate se realizó en aguas dependientes del servicio de salvamento francés, se optó por el helicóptero Pesca 2, de la Xunta, por ser el más rápido y el que se encontraba más cerca del lugar de la incidencia.
Navegaba solo
El náufrago viajaba solo en el velero Clara, de once metros
de eslora y bandera de Suecia. Desde que los familiares del
septuagenario habían alertado de la falta de noticias sobre el paradero
del mismo se desconoce qué rumbo siguió desde que partió del puerto de
Falmouth, porque, a pesar de que la noticia circulaba entre navegantes
de diferentes países, nadie lo había visto hasta ayer al mediodía.