El terremoto que se ha registrado a las 14.47 horas con epicentro
en sur del Mar de Alborán, entre Alhucemas y Melilla, con una
magnitud 4,9 en la escala Richter, se ha sentido con fuerza en la
ciudad española del Norte de África, tanto en casas bajas como
sobre todo en edificios altos, donde el movimiento de lámparas y
parte del mobiliario ha sido frecuente.
Según han informado desde el Cuerpo de Bomberos de
Melilla, sólo ha habido que lamentar daños materiales, pero en
ningún caso personales, en las dos llamadas que han recibido con
motivo de este seísmo.
Así han indicado que una de las llamadas
ha procedido de uno de los edificios de Averroes por una grieta en la
fachada, justo en el lugar donde hace unos meses se cayó el
revestimiento de la fachada por un supuesto fallo de construcción en
estas viviendas de protección oficial de la Ciudad Autónoma.
Según
han explicado, la grieta ha aumentado de tamaño pero sin mayores
consecuencias porque "la zona ya estaba vallada" desde que
se produjo el problema en la urbanización.
La otra llamada de
emergencia ha llegado desde una vivienda de la calle O'Donnel, en
pleno centro de Melilla, por unos problemas en el techo de una casa
como consecuencia del temblor, que ha hecho caer algunos
cascotes.
Por último, han tenido que intervenir en un accidente
de tráfico que se produjo justo en el momento del seísmo entre dos
vehículos, con una conductora herida, aunque no tuvieron que actuar
porque la mujer no quedó enclaustrada en el automóvil.
Los
melillenses este jueves no hablan de otra cosa que del terremoto y
cómo lo han sentido, tanto en las conversaciones de calle y en el
hogar, como en las redes sociales.