Se sumaron al operativo de 8 aviones, 5 helicópteros, 70 brigadistas y 7 motobombas con cubos, mangueras y hachas
Las llamas fuerzan el corte al tráfico de la Autovía do Morrazo
Pasaban diez minutos de las tres de la tarde. Ana Rosa Seijas, que reside en el barrio de A Moureira, en la parroquia moañesa de Meira, estaba con su marido cuando él vio humo y se fue para ayudar a apagar el fuego. Veinte minutos más tarde ella estaba pidiendo auxilio. La antigua casa colindante a la suya, y de su propiedad, una construcción de piedra y madera que estaba vacía, había empezado a arder y las llamas entraban al jardín de su vivienda. Es la única casa de la que se tiene constancia que se calcinó en el incendio de ayer en Meira que arrasó más de 20 hectáreas y que obligó a Medio Rural a movilizar 5 agentes forestales, 13 brigadas, con 5 miembros cada una de ellas, 7 motobombas, 8 aviones y 5 helicópteros, en medio de una gran movilización ciudadana. Los vecinos fueron los primeros en salir a sofocar las llamas formando grandes cadenas humanas por las pistas y estrechas carreteras de la parroquia, portando cubos para llenar con agua en piscinas o en donde pudieran encontrarla, con mangueras, ramas y hasta hachas para adentrarse en el monte.
Fueron los primeros en llegar a la casa de Ana Rosa en Moureira a donde accedieron después una tanqueta contra incendios, que tuvo que hacerlo por unas fincas traseras al estar bloqueados los caminos con coches.
“Fue una locura”, aseguraba Ana Rosa a última hora de la tarde de ayer y con el miedo todavía en el cuerpo, por un incendio que en pocos minutos y debido al viento se convirtió en un infierno, con llamas altísimas propagándose por los eucaliptos en sentido hacia Domaio. Pese a toda la colaboración que tuvo, nada se pudo hacer por salvar de las llamas la casa vieja en el número 188 de Moureira, ni un palomar, de su propiedad, en donde murieron muchas de las palomas.
El fuego, que comenzó en Quintáns y por el que la Xunta declaró a media tarde la situación 2 por peligro al núcleo de población, arrasó la zona alta de Meira, atravesó O Caeiro y A Fanequeria camino hacia la parroquia de Domaio, donde los equipos de extinción lo tenían controlado. Las llamas incluso llegaron hasta la Autovía do Morrazo, en donde permanecieron cortados los dos carriles en sentido a Rande, desde las 16.50 horas hasta las 19.15. T. El conselleiro de Medio Rural, José González, se desplazó a Moaña para coordinar también las labores de extinción y estuvo en permanente contacto telefónico con la alcaldesa, con la que se reunió a última hora en la zona de Isamil. Cerca de las nueve de la noche se desactivó el nivel 2 y el incendio estaba controlado.
El suceso tuvo lugar en Camiño do Rial, en donde tiraron dos bidones de gasolina entre varias viviendas, según indicaron los residentes en la zona
Vecinos de Nigrán se vieron obligados esta noche a sofocar un incendio provocado muy
próximo a las viviendas. El suceso, que tuvo lugar en Camiño do Rial, a
la altura del número dos, mantuvo en vilo a los residentes en la zona
que indicaron que, aunque no logaron ver al autor, en la esquina en la
que se originó el conato habían tirado "dos bidones de gasolina".
Al ver el humo y el fuego, los vecinos dieron la alerta a los efectivos de bomberos y a la Policía Local al mismo tiempo que sacaban las mangueras para impedir que se propagara y causara daños materiales, puesto que las llamas estaban muy próximas a las viviendas.
De hecho, los residentes en el lugar aseguraron que al principio pensaban que estaba ardiendo una casa entera, pero el incendio se había originado en el exterior y tan solo afectaba a la parte externa de una vivienda: "Casi lo apagamos entre los vecinos, pero llega a ser a las tres de la mañana y se quema la casa".
Afortunadamente, el suceso se produjo a unas horas que permitieron a los vecinos percatarse del fuego y reaccionar a tiempo para evitar una tragedia. Hasta el lugar del incidente se desplazaron efectivos de bomberos y de la Policía Local de Nigrán, para trabajar en la extinción del fuego y asegurar la zona.