La Unión de Consumidores de Cantabria (UCC) ha alertado de la "proliferación" de estafas por 'fishing' (suplantación de identidad) en esta región tras la fusión de Liberbank (que englobaba a la antigua Caja Cantabria) con Unicaja. Ante los "numerosos" casos surgidos desde su agrupación, la UCC exige a las entidades bancarias que asuman "su responsabilidad" y procedan a "la restitución inmediata de las cantidades robadas a sus clientes".
La asociación de consumidores indica que no se trata de algo nuevo, sino que "lleva mucho tiempo afectando a muchos clientes de muchas entidades", e indica al respecto que "la mayoría se encuentran en situación de indefensión ante la negativa de las entidades de reembolsar las cantidades". La agrupación señala que tras la fusión de Liberbank y Unicaja se generó "cierto desconcierto" entre los clientes debido a la integración digital que fue necesaria para que la primera se integrase en la segunda.
"Fue ese momento la oportunidad para que los estafadores empezaran a remitir de manera masiva mensajes a los dispositivos móviles, haciéndose pasar por la entidad y solicitando con urgencia la clave de acceso para evitar un bloqueo. Una situación muy similar a lo que ocurrió un año antes, tras la fusión de Bankia y La Caixa", señala la UCC. En este sentido, asegura que ha habido casos en los que los estafadores han conseguido apropiarse de cantidades "ingentes" de dinero, ya que se trata de una actividad "fraudulenta muy bien elaborada" y que, "para el usuario de a pie, es tremendamente difícil de detectar".
Sin embargo, añade, en "todos" estos casos, los afectados han reclamado al banco y, tras presentar la correspondiente reclamación y denuncia en la Comisaría de Policía, "ven con desolación como la entidad desestima las solicitudes de reintegro y pretende hacer sentir al cliente culpable del hecho". Ante estas situaciones, la UCC considera que "los bancos están dejando absolutamente indefensos a sus clientes" tras "intentar zafarse de la devolución del dinero" cuando es "el banco, en última instancia, el que tiene que garantizar la seguridad de los depósitos que sus clientes le confiaron".
En este punto, incide en que han sido "todos los bancos" los que han "impuesto a los consumidores esta forma de obrar telemática y moderna", porque "son ellos quienes cierran oficinas y son ellos los que no quieren atender a sus clientes más que telemáticamente". De hecho, afea, "la atención personal se cobra con comisiones draconianas".
Por todo lo anterior, la UCC concluye que han de ser los bancos los que "protejan activamente los depósitos de sus clientes de los asaltantes". A ello se suma la Ley de Servicios de Pago de 2019, según la cual las entidades bancarias "deben y tienen que devolver al día siguiente lo sustraído ilícitamente", así como diversas resoluciones de los tribunales en ese sentido.