El huracán Amanda, el primero de la actual temporada en el Pacífico,
se degradó hoy a categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, al avanzar
lentamente hacia el noroeste de México con un potencial de lluvias en
cuatro estados del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN)
señaló en un boletín emitido a las 22.30 hora local (03.30 GMT del
martes) que el sistema se encuentra a 995 kilómetros al suroeste de Cabo Corrientes, estado de Jalisco (oeste), y genera vientos sostenidos de 165 kilómetros por hora y rachas de hasta 205.
Con
ello, el huracán bajó de categoría 3 a 2 en la escala Saffir-Simpson,
de cinco niveles, mientras avanza con rumbo nor-noroeste a 7 kilómetros
por hora.
"El sistema continúa lejos de las costas del Pacifico
Mexicano; sin embargo, los desprendimientos nubosos de su amplia
circulación alcanzan los estados de Jalisco, Michoacán, Colima y Nayarit, manteniendo fuerte ingreso de humedad hacia el occidente y centro del país", anotó el SMN.
Los
meteorólogos prevén que Amanda genere lluvias muy fuertes en Jalisco y
Michoacán, fuertes en Colima y ligeras en Nayarit, así como oleaje de
hasta cuatro metros de altura.
Se espera que el huracán siga
perdiendo fuerza a medida que avanza sobre aguas cálidas del Pacífico,
con temperaturas de 29 o 30 grados centígrados, y se degrade el próximo
miércoles a tormenta tropical.
El territorio mexicano también se
verá afectado por un canal de baja presión, que se extiende desde el
norte hasta el centro del país.
Las autoridades advirtieron sobre
el riesgo de deslizamientos de laderas, desbordamientos de ríos y
arroyos, así como de inundaciones y afectaciones en caminos y tramos
carreteros por las precipitaciones registradas en los últimos días.
Los
meteorólogos prevén la formación de 23 ciclones tropicales para la
temporada de 2014, 14 en el Océano Atlántico y 9 en el Pacífico.
México fue golpeado en 2013 por ocho ciclones tropicales, tres en la cuenca del Atlántico y cinco en la del Pacífico.
De estos, cinco afectaron el territorio con una fuerza de tormenta y tres como huracanes.
La
confluencia de Ingrid, en el Atlántico, y Manuel, en el Pacífico, dejó a
mediados de septiembre pasado por lo menos 157 muertos, decenas de
desaparecidos y 1,7 millones de afectados en el país.