La empresa Acteco, con 49 empleados, busca alternativas para mantener su actividad. «¿Que vai ser de nós?», se preguntaban los trabajadores, deshechos por el dolor
Un voraz incendio destruyó anoche por completo la nave y los vehículos de la empresa Acteco en el polígono industrial de Sabón (Arteixo). Se trata de una compañía con matriz en Valencia que se dedica al reciclaje de cartón, plásticos, aceites y disolventes. Solo de cartón había acumuladas ayer en el interior cien toneladas.El fuego hizo caer enseguida el techo del hangar y formó una espesa y alta columna de humo que el viento arrastró hacia el mar, «y menos mal, porque es posible la presencia de materiales contaminantes y peligrosos, y al lado se encuentra el pueblo de Oseiro», dijo un miembro del operativo de extinción.
Una de las avenidas del polígono, la de A Praia, tuvo que ser cortada al tráfico por el riesgo que representaban las llamas y una columna de humo visible desde varios kilómetros, mientras explotaba con fuertes detonaciones el material inflamable del interior. Intervinieron en los trabajos dotaciones de los bomberos de Arteixo, Carballo y A Coruña, así como Protección Civil. La Xunta desplazó una nodriza para transportar agua y Repsol aportó una bomba para achicar desde el embalse y abastecer así a las motobombas de los camiones de bomberos. También acudieron varías ambulancias del 061, aunque, al coincidir fuera del horario laboral, no había trabajadores en las instalaciones y, por tanto, tampoco víctimas.
Inditex, emplazada igualmente en Sabón, es uno de los principales clientes de Acteco. Por eso en el interior de la nave ardieron, entre la mercancía acumulada, numerosas perchas de la firma textil. En el exterior del recinto se quemaron también cuatro vehículos industriales, propiedad de la empresa.
También ardió un generador eléctrico que abastece a varias parroquias próximas del concello de Arteixo. Gas Natural Fenosa tuvo que cortar la energía, por fases, a la práctica totalidad de Oseiro y Pastoriza. Con todo, la avería se solucionó con cierta rapidez y, pasadas un par de horas desde el incidente, las dos mencionadas y el lugar de Sol y Mar ya habían recuperado la luz eléctrica, aunque a última hora todavía seguía a oscuras una zona del Iglesario.
Ante las naves se personó la gerente de Acteco, que confirmó que la matriz valenciana «ya busca naves y camiones para continuar con la actividad», una buena noticia para los 49 trabajadores que la firma tiene en su sede de Sabón.
Sin contaminación al mar
Desde el primer momento se temió que las sustancias contaminantes de
la nave pudiesen llegar al mar a través de la laguna del polígono, lo
que obligó a desplegar un dispositivo específico. La Autoridad Portuaria
de A Coruña aportó 200 metros de barrera flotante anticontaminación
para evitar que los residuos llegasen al embalse.Al lugar del incendio acudió también Carlos Calvelo, alcalde de Arteixo. En tono tranquilizador precisó que «el agua del embalse, cuyos primeros resultados no demuestran contaminación, no se utiliza para consumo humano». Explicó también que hubo que montar «un perímetro de seguridad para evitar que el fuego afectase a otras naves». De hecho, varias unidades de bomberos trabajaron desde el recinto de otras empresas anexas.
A última hora de la noche se vivieron escenas de profundo dolor junto a la nave en llamas. La práctica totalidad de la plantilla observaba impotente las labores de extinción que realizaban los bomberos. La tristeza los embargaba: «¿Que vai ser de nós?», se preguntaban resignados los trabajadores. Se consolaban unos a otros sin lograr contener las lágrimas a pesar de los intentos de la gerente de la empresapor calmarlos: «¡Tranquilos, por favor! ¡Esto tiene arreglo! Ya estamos trabajando para buscar una solución. Mañana [por hoy] espero que ya esté con nosotros nuestro director». Viajará desde Valencia, dónde se emplaza la central de Acteco. La firma tiene plantas en Madrid, Barcelona, Zaragoza y Alicante, además de las de Valencia y A Coruña.
