El HULA admite la existencia de seis casos de sarna
entre su personal y asegura que, en estos momentos "non hai constancia
de que haxa pacientes afectados por esta patoloxía dermatolóxica". El
servicio de dermatología, según la misma fuente, valoró ayer a un total
de 13 trabajadores de las dos unidades de geriatría del centro, que
"presentaban síntomas sospeitosos". El HULA recuerda que en este
servicio trabajan 70 profesionales.
De los 13 trabajadores con síntomas, según el
HULA, "seis deron positivo, dos cales cino xa fonran tratados
previamente e cuso proceso xa estaba en remisión. Esta misma fuente
informó que el servicio de medicina preventiva está "aplicando o
protocolo de actuación establecido para este tipo de situacións".
Recuerda además "que a sarna non é unha afección rara".
Al menos una veintena de trabajadores del
Hospital Universitario Lucus Augusti podrían estar afectados por el
brote de sarna. La estimación procede del propio personal que sufre
constante picores y rojeces, que ha ido sumando casos entre quienes
trabajan en las dos unidades de geriatría y entre los celadores, que se
mueven por todo el hospital. El HULA solo reconocía ayer uno
oficialmente confirmado porque admite que fue ayer mismo cuando
empezaron a realizar controles al personal que presentaba prurito para
que «no caso que dean positivo, iniciar o tratamento».
Al que le confirmaron la enfermedad oficialmente ya está de baja. Hay
que tener en cuenta que la sarna se contagia por simple contacto de la
piel o por la ropa como las sábanas o las toallas.
Consulta especial
El HULA ya habilitó ayer a primera hora de la
tarde una consulta para examinar a una docena de trabajadores, la
mayoría de ellos auxiliares de enfermería y celadores, que llevan al
menos dos meses intentando que la dirección tome medidas. Erupciones,
rojeces, granos, descamaciones y un picor insoportable son los síntomas
que presentan todos y lo que les llevó a solicitar que se investigaran
las causas. Critican que no se activara hasta ahora ningún protocolo y
que lo único que hicieron fue fumigar la sala de estar del personal de
una de las unidades de geriatría.
Doce casos al mes
La gerencia del HULA aseguró ayer que «a sarna non é unha afección rara nin erradicada». «Nas consultas externas de dermatología -añade- vense
uns 12 casos desta patoloxía cada mes, de media. Polo tanto, trátase
dunha dermatose bastante frecuente, e de fácil tratamento e curación,
que non entraña risco para a saúde das persoas».
Los afectados inicialmente pensaron que se
trataba de un problema relacionado con el aire acondicionado, pero al ir
apareciendo más casos, acudieron a medicina preventiva y al servicio de
salud laboral, que no les dieron soluciones. El personal asegura que no
reaccionaron hasta que no se produjo la primera baja médica.
El problema, según algunos de los afectados, se
arrastra desde hace unos dos meses y medio. Coincidió en el tiempo con
la estancia prolongada en la unidad de geriatría de una paciente a la
que estaban tratando de sarna, entre otras patologías.
La falta de respuesta colectiva por parte del
HULA ante las advertencias del personal, llevó a algunos de los
afectados a urgencias, a otros a sus médicos de cabecera, a dermatólogos
y a consultas privadas, después de contagiar a sus respectivas parejas.
Los diagnósticos no fueron unánimes. Hubo casos en que les dijeron que
era un eczema y en otros, un problema psicológico derivado del estrés.
Otro caso curioso fue el de una limpiadora, que ya no está en el HULA,
que acudió a urgencias alarmada por una erupción en la piel. Días
después recibió en su domicilio la factura, reclamándole el importe de
la asistencia prestada.
Medicación
Parte del personal del hospital lucense empezó a
aplicarse permetrina por su cuenta, una sustancia química que actúa como
acaricida, para combatir el parásito sarcoptes scabiosis, que es el
causante de la sarna, incluso antes de confirmar el diagnóstico.
Esta enfermedad de la piel, que suele ser más
frecuente entre la población mayor, se contagia a través del contacto
directo, lo que puede suponer un riesgo importante para los pacientes
del hospital si hay personal médico, de enfermería o auxiliar
contagiado. El ácaro puede resistir varios días sin permanecer en
contacto con la piel, en la que penetra realizando surcos, y también
puede pasar días en la persona sin que note el picor, lo cual puede dar
lugar a contagios por seguir trabajando.