Hasta 200 coches al día intentaron eludir el confinamiento
Una semana después de que las autoridades sanitarias decretasen el confinamiento perimetral de la comarca del Segrià, los Mossos d’Esquadra han hecho balance de los dispositivos de control que han montado en la zona. Al menos un millar de automovilistas intentaron salir de la zona de confinamiento sin causa justificada y fueron obligados a dar marcha atrás.
El confinamiento ordenado por Salut hizo que muchos alzaran la voz por la presencia de migrantes sin papeles en la ciudad de Lleida, atraídos por la falsa esperanza de encontrar trabajo en la recogida de la fruta, algo imposible para personas sin los papeles en regla. Además de estigmatizar al colectivo, quienes criticaban su presencia en la calle sin respetar la distancia de seguridad y haciendo un uso muy laxo de las mascarillas, olvidaron un dato: hay otro tipo de incívicos.
“¿Así que a trabajar a la oficina, eh? ¿Y el patito hinchable del maletero?, afeó un mosso a un conductor
Al menos un millar de vehículos intentaron salir de la comarca con el confinamiento en marcha. Podría ser la punta del iceberg. No hay datos sobre la cifra de huidas que resultaron exitosas, pero sí de quienes fueron sorprendidos in fraganti. Se trata de personas que trataron de abandonar la comarca sin pensar en las consecuencias sanitarias de su acción y en los perjuicios que ocasionarían a la hora de evitar la transmisión del virus. Al menos 200 agentes de los Mossos trabajan en los controles –los nuevos c heckpoint Charlie– montados con la ayuda de la Guardia Civil y las policías municipales. Un total de mil vehículos –entre 150 y 200 al día– fueron interceptados en estos puntos y obligados a regresar al lugar de partida. Muchos conductores trataron de esgrimir coartadas que no se correspondían en absoluto con la ocupación del coche (nadie se va a la oficina a trabajar con toda la familia) ni con el abultado equipaje del maletero, incluidas sombrillas y utensilios para la playa.
El jefe de la unidad de tráfico de Ponent, Damià Larriba, afirma que “a algunos les delataba el patito hinchable”. Con todo, los Mossos sólo han levantado un acta por desobediencia y algunas más por incumplimiento del decreto. Es relativamente fácil salir del Segrià por carreteras locales o caminos rurales con acceso a La Noguera, Les Garrigues o El Pla d’Urgell. Según Interior, la próxima semana se aplicarán modificaciones técnicas para endurecer todavía más el dispositivo y garantizar su impermeabilidad.
El anuncio de los Mossos no ha sorprendido a nadie. La Síndica de Greuges de Lleida, Dora Padial, denunció días atrás que la información que recibieron los ciudadanos del Segrià cuando se ordenó el confinamiento perimetral fue confusa y causó alarma entre la población. Ante esta situación, la defensora de la ciudadanía sostiene que “la sociedad leridana entró en pánico”.
“Considero, concluye Dora Padial, que el cierre perimetral comportará que la realidad que vive nuestra ciudad en verano sea insostenible y cause todavía más alarma social de la que ya existe. A veces, agrega, tengo la sensación de que la Administración nos trata como súbditos y no como a los ciudadanos que somos, y eso es lo que sentimos muchos ciudadanos y ciudadanas de Lleida cuando el conseller de Interior decretó la medida, el pasado sábado 4 de julio.