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SERVICIO DE INFORMACION RADIO EMERGENCIA

jueves, 22 de mayo de 2014

GRAN DESPLIEGUE EVITA QUE INCENDIO LLEGUE A ESCOMBRERAS


          
La media docena de incendios ocurridos en el último año en el Barranco de Orfeo, a espaldas del Hospital Santa Lucía, se quedaron en nada por la rápida intervención de los bomberos y otros servicios de Emergencia. Sin embargo, el declarado ayer por la tarde pudo tener graves consecuencias para la población debido al decisivo papel del viento del suroeste en la propagación de las llamas. Con la ayuda del lebeche, el fuego barrió 120 hectáreas de monte antes de ser estabilizado al anochecer. Su acción puso en peligro nueve casas en La Parreta y situó en prealerta a los vecinos de Alumbres y al valle industrial de Escombreras.
 El incendio se declaró minutos después de las cinco de la tarde en la zona sur del Barranco de Orfeo, también conocido como del Feo. El mismo viento que libró de cualquier peligro al complejo hospitalario de Santa Lucía y al barrio de Lo Campano hizo que las llamas saltaran rápidamente por la garganta hacia Vista Alegre, dejando también a un lado el Parque de Seguridad, en el que están la base de Bomberos y el cuartel de la Policía Local de Cartagena. Su cercanía hizo que las primeras unidades de Emergencias tardaran pocos minutos en actuar. Hasta 120 efectivos se desplegaron en las cuatro horas en las que el incendio progresó descontrolado en paralelo a la carretera de La Unión. Se incorporaron bomberos de otros términos municipales, brigadas forestales y de Medio Ambiente, efectivos de Protección Civil y tres helicópteros de extinción: los dos con base en la Región y el del Ministerio de Agricultura, desde Alicante.
Con todo ese dispositivo en marcha fue posible librar a Vista Alegre de las llamas. El viento roló de sur a suroeste y obligó a los efectivos a perseguirlas y contenerlas para que no se acercaran a zonas habitadas.
 La primera situación tensa se vivió entre las seis y media y las siete de la tarde, cuando el fuego se internó por el Barranco de los Ojados, entre El Abrevadero y La Parreta. Allí hay ocho o nueve casas cuyos residentes recibieron un aviso de desalojo. Dos familias se marcharon con lo puesto. Jesús Sanchís, su mujer y sus tres hijos pusieron pies en polvorosa poco después de las siete de la tarde. José Luis Torres y su hermana Lola salieron sudorosos veinte minutos después. «Yo creo que mi casa se salvará», indicaba Jesús, mientras arrancaba el coche y su mujer, muy nerviosa, le apremiaba a acelerar. Mientras, media docena de excavadoras hicieron un cortafuegos que surtió efecto. «Solo hemos podido llevarnos algunos animales, los perros y una bolsa con ropa», relató, por su parte, José Luis Torres. Ana Guerrero, de las viviendas de más abajo, pasó más miedo por su perro que por la casa. «Yo sin él no me voy», advirtió, junto a otros ocho miembros de tres familias más que finalmente pudieron permanecer en sus casas. Al final todo quedó en un susto.
Hacia el valle industrial
Las llamas volvieron a cambiar de rumbo, para subir por la Sierra Gorda en dirección a Alumbres y Escombreras. Se activó el nivel 2 de Emergencias. Para entonces el concejal de Seguridad, Mariano García, contaba ya con el respaldo del director general de Emergencias, Luis Gestoso, y del vicealcalde, José Cabezos. Y la Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzó su movilización para venir desde Valencia.
La persecución del incendio continuó y todos los efectivos se desplazaron hasta el kilómetro cinco de la carretera CT-34, cordón umbilical que lleva desde la A-7 al corazón petroquímico y energético de la Región: Escombreras. Fue el segundo momento tenso de la jornada, con las llamas propagándose por entre antiguos pozos, castilletes y barracones de explotaciones mineras abandonadas, por un lado, y subiendo una loma de la sierra en dirección a los almacenes de gasolinas de CLH, por otro. Una hora de lucha combinada de los helicópteros y los medios terrestres, y la bajada de intensidad del viento, permitieron contener el fuego a unos cientos de metros de la carretera, pasadas las nueve de la noche. Con la puesta de sol se retiraron los medios aéreos. Sin embargo, Luis Gestoso informó del mantenimiento de todos los efectivos terrestres durante la noche, hasta dar por controlado el incendio, dado lo sensible del lugar en el que estabilizó el frente. Al cierre de esta edición, la Agencia Estatal de Meteorología auguraba un respiro a los efectivos de Emergencias, con un periodo de calma del lebeche hasta las seis de la madrugada. Los helicópteros volverán a la zona hoy si fuese necesario.
De manera paralela a la extinción del incendio, la Guardia Civil comenzó la investigación para tratar de localizar a quienes lo provocaron. En esta ocasión, el riesgo que corrieron vecinos y participantes en el despliegue de extinción fue altísimo.