El caudal del río Garona a su paso por Val d'Aran, que este martes se desbordó a causa de las intensas lluvias
y el deshielo, afectando a diversas poblaciones de la comarca leridana y
provocando la evacuación de sus casas de unas 300 personas, ha
comenzado a bajar y se prevé que en las próximas horas la situación se
normalice.
Según ha informado la Jefa del Servicio de Emergencias
de Protección Civil, Montse Font, pese a esta mejora de las
condiciones, las personas evacuadas no podrán volver a sus casas, por
precaución, hasta que no se lleve a cabo una revisión de las estructuras
de los edificios afectados por el agua.
Por otro lado, en estos
momentos aún no se han podido restablecer del todo los servicios de
teléfono y electricidad, que ayer quedaron cortados en diversas
poblaciones de la comarca por la caída de varias torres, debido a que el
nivel del agua no ha bajado aún lo suficiente para poder realizar las
reparaciones pertinentes.
Asimismo, siguen cortadas cuatro
carreteras que se vieron ayer afectadas por el desbordamiento del río,
que son la N-230, la N-141, la C-28, la C-13 y la L-500, esta última
cerrada únicamente a vehículos pesados, y siguen suspendidos el
transporte regular y las rutas escolares del valle.
Según Font,
la noche ha transcurrido sin incidentes y sólo se ha evacuado por
precaución a 25 vecinos del núcleo de Pont de Claverol, en la comarca
del Pallars Jussà, y ubicado junto al río Noguera Pallaressa, que ayer
también se desbordó, y que se han realojado en casas de sus familiares
en la Pobla de Segur.
"Esperamos que en las próximas horas se pueda
ir restableciendo la normalidad ya que no hay ningún aviso de
precipitaciones del servicio meteorológico", ha concluido Font.
Las fuertes lluvias -115 litros en 24 horas en Vielha-
y el deshielo de la gran cantidad de nieve acumulada este invierno
provocaron ayer un importante aumento del caudal de los ríos Garona,
Noguera Pallaresa y Noguera Cardós, que se han desbordado en varios
puntos y han obligando a desalojar las viviendas situadas cerca de su
caudal, que ha ganado terreno a la tierra.
Los campings de la zona
también tuvieron que ser desalojados, aunque muchos no estaban aún
abiertos, al no haber llegado aún la temporada de verano. Lo mismo
sucedió con los hoteles. El casco viejo del pueblo de Vielha, capital de
la comarca del Vall d'Aran, quedó inundado y sus vecinos tuvieron que
ser desalojados de sus casas. La máxima preocupación de los araneses es
ahora como quedará la planta baja de sus viviendas, a las que esperan
poder acceder pronto para comprobar los daños que han sufrido.
Los vecinos de Vielha, sobre todo los más mayores, han comentado que nunca habían visto unas inundaciones tan fuertes en Val d'Aran y han lamentado los daños que está sufriendo su comarca.
Cuatro carreteras continúan cortadas
Cuatro
carreteras de la Val d'Aran continúan cortadas la mañana de este
miércoles por el efecto de las intensas lluvias, según ha informado el
Servei Català de Trànsit (SCT).
Las vías cortadas son la C-147, de Esterri a Alòs d'Isil; la C-28, de Garòs a Gessa; la N-141, desde Bossòst a la frontera francesa, y la N-230, desde Vielha a la frontera con Francia. Además de estas cuatro vías cortadas, la L-500 tiene restricciones para los vehículos pesados en Pont de Suert.