El pico de la crecida llegó a Tudela al final de la pasada noche, pero el paso del río por la capital ribera apenas tuvo incidencias ni produjo daños reseñables. Desde los servicios de emergencias del Gobierno de Navarra han apuntado que no han recibido ninguna llamada de alerta por inundaciones en viviendas en el sur de la Comunidad foral.
La última incidencia destacada que ponía fin a dos días de alerta y desbordamientos en Navarra se producía al mediodía del lunes, cuando el desbordamiento dle río Ebro a su paso por Castejón inundaba la carretera que une Pamplona y Madrid, la N-133, obligando al cierre de la misma. Las balsas creadas impedían la circulación, por lo que se decidió tomar esta medida.
Por otra parte, en el paso del pico de la crecida por Castejón, según informaron fuentes del Gobierno de Navarra, provocó daños menores a los que se produjeron en las inundaciones del mes de enero. Así, el Ebro en Castejón inundó tierras de cultivo y alguna granja aislada.
La previsión es que el caudal se vaya estabilizando conforme pasen las horas y el nivel del río vaya descendiendo.
Dos carreteras principales de la red vial de Navarra, la NA-113, en el municipio de Castejón, y la N-121-A, cerca de los túneles de Belate, se encuentran cerradas al tráfico por inundaciones y desprendimientos.
El tráfico de vehículos está cortado en la NA-113 (Pamplona-Madrid) en el kilómetro 74, por el desbordamiento Del Ebro, y la N-121-A (Pamplona-Behobia) en el kilómetro 28, por desprendimientos de tierra a causa de las intensas lluvias.
También están cortadas la PA-30 (Ronda de Pamplona), en el kilómetro 11, por desprendimientos; la NA-6100, Carrascal-Marcilla, en el kilómetro 27, y la NA-115, en la localidad de Funes, en el kilómetro uno.
Otras carreteras de la red secundaria están afectadas parcialmente por el derrumbe de taludes y muros o por la ejecución de obras.
